fbpx
Inicio Blog Página 52

Víctor Zuluaga Gómez sobre la hidalguía de los vascos. Es mejor no escribir de lo que no se sabe

Cartago Colombia
Cartago Colombia

En nuestras búsquedas sobre artículos relacionados con los vascos nos hemos encontrado, en la publicación colombiana  EJE 21, con una columna de «opinión», firmada por Víctor Zuluaga Gómez, que habla sobre la lucha por el reconocimiento de su hidalguía por parte de un vasco, al que intenta ridiculizar.

La historia, por lo que dice el autor, se refiere a una familia cuyo origen está en el «pueblo de Garragamurdi en país Vasco» (sic). Nos imaginamos que se quiere referir a la población vasca de Zugarramurdi parte en aquellos tiempos del Reino de Navarra. Famosa por el proceso por brujería a los que fueron sometidos sus habitantes por la Inquisición a principios del siglo XVII.

El protagonista de la historia es Sebastián Sancena, hijo del Escribano Real que tuvo Cartago en el siglo XVIII, Don Thomás Sancena. Al morir el padre, el hijo demanda el titulo de hidalgo, y como se lo deniegan, pleitea por él.

No sabemos si esa petición estaba fundada o no. Algo de peso tendría ya que al final la consiguió. Aunque de eso trataremos más adelante. Lo que nos ha llamado la atención es el uso de términos y descripciones que hace el autor.

En primer lugar, la utilización del término «ciudadanos» para describir a los habitantes de las colonias o de la metrópoli. En esos tiempos no había ciudadanos. Ese es un concepto del siglo XIX que describe a personas con derechos y garantías. Entonces, en los reinos bajo el control del rey que se llamaba “de las Españas”, había súbditos, sin más derechos que los que el poder se dignase a darles.

La mejor forma para tener «derechos» en el Antiguo régimen era ser noble, o ser religioso (y estos, sólo a veces y en función de su puesto). Lo que hacen los vascos, en la medida que pueden, es pleitear por conseguir el reconocimiento de la Hidalguía Universal. Es decir por el derecho de ser hidalgos por nacimiento. Algo que también hacen habitantes de otros puntos del norte de la península, como los asturianos. Lo consiguen los vascos en el Señorío de Bizkaia, en Gipuzkoa, en parte de Alava, en los valles del norte de Navarra, y en partes de Lapurdi y de Xiberua.

Pero ¿Qué sentido práctico tenía ser hidalgo? Pues mucho. Sería garantizar, en todas las posesiones del Rey, a los vascos poseedores del mismo, de los derechos que por ejemplo el fuero de Bizkaia (la Constitución de Bizkaia) otorgaba a sus habitantes. Qué, es este caso, si les colocaban cerca de ser «ciudadanos». Con todas la deficiencias y debilidades que se pudieran dar en un sistema como el que les tocó vivir.

Además viene el lio que el autor se organiza a la hora de describir por qué los vascos tenían ese derecho. Resumiendo, viene a decir que un rey les «dio» el titulo de hidalguía, porque eran pobres y no podían pagar impuestos.

Tendría el autor que repasar los debates jurídicos, los recursos y demandas puestas durante muchos años para conseguir ese reconocimiento. Pensar que el rey era tan magnánimo como para dar un título de nobleza a los «más pobres» de sus súbditos es realmente hilarante.

Luego viene otro «chiste», el del significado del término «hidalgo». La descripción que hace es desconcertante:

«Eran pobladores españoles que no tenían ningún cruce con negro o indio y muchos era muy pobres, de manera que no tenían recursos para pagar los impuestos al Rey que se denominaban “pechajes”. Entonces el Rey les condecía el permiso para no pagar impuestos por se “hijosdalgo”, es decir, hijos de algo».

Esperemos que en otros temas se ilustre más. Porque, por ejemplo, en Las Partidas del rey Alfonso X el Sabio,  se describe así: «Hidalguía es nobleza que le viene a los hombres por linaje …»«por eso les llamamos hijosdalgo que quiere decir tanto como hijos de bien …». Así, la hidalguía es la nobleza de sangre, la que se tiene por ser hijo, nieto, bisnieto, descendiente en fin de quienes fueron hidalgos desde tiempo inmemorial.

¿Entiende ahora el Sr. Zuluaga Gómez por qué el hijo demandaba el titulo de hidalguía que ostentó su padre? En los valles navarros, por circunscribirnos a este caso concreto, sus habitantes mantenían esa nobleza de sangre desde tiempo inmemorial. No sabemos si, en su sentido literal, ellos se lo creían o no. Pero lo que sí tenían muy claro, es que dicho reconocimiento les daban garantías y derechos que de otra manera no podían tener.

Esta especial situación explica cómo los vascos, tan pocos en población, tuvieron una tan alta representación en puestos de alto nivel en la administración de las monarquías hispanas. Tanto en la Península como en América o Filipinas.

Además, claro está, de la capacidad, y virtud, de los vascos de organizarse y de crear redes de apoyo mutuo tanto en la Península como en las posesiones reales de América y Asía.

Si tiene interés sobre el tema, le recomendamos que analice el proceso de constitución y evolución de las hermandades y cofradías que bajo la advocación de Nuestra Señora de Aránzazu, fundan los «miembros de la nación vascongada» a lo largo del mundo.

Para finalizar, el autor cuenta cómo «el carácter de Don Sebastián queda retratado cuando en el año 1792 demandó al ciudadano José Alvarez en Cartago porque lo abordó: “diciéndome que yo era igual a él”». Claro que le demandó, es lo lógico, porque si el súbdito (que no ciudadano) José Álvarez decía eso, es que no le reconocía los derechos que le correspondían.

Ni la hidalguía de los vascos fue un mito, ni Don Sebastián fue el «ultimo hidalgo». Y sí, la hidalguía de los vascos, fue «presente», y muy presente, a lo largo de siglos. Tan presente, que su influencia y sus consecuencias se prolongan hasta el este presente (el nuestro).

EJE 21  – 1/5/2020 -Colombia

El mito del último hidalgo

Hace ya algunos años, María Mercedes Molina, quien fuera mi alumna en la Universidad Tecnológica y luego de haber hecho un doctorado en Méjico, incorporada como profesora de la Universidad de Caldas, fue la compiladora de unos textos de personajes destacados entre los cuales se encuentra Guillermo Páramo Rocha. Dicha obra la publicó la Universidad de Caldas con el título de “Grandes temas de nuestro tiempo, en  1991. La definición que hace en el texto Guillermo Páramo de “mito”, me llamó la atención y la considero muy acertada. Dice Páramo: “Los mitos son historias de un pasado que nunca fue presente”.

(Sigue) (Traducción automática)

El Centro Vasco de Antioquia (Colombia) difunde el documental «Legado Vasco en Antioquia»

Documental Legado Vasco en Antioquia
Documental Legado Vasco en Antioquia

John Alejandro Ricaurte Cartagena

John Alejandro Ricaurte es doctor en Estudios Internacionales e historiador de la Universidad de Antioquia.. En la UPV-EHU ha obtenido el título de Magister en Historia y de Doctor en Estudios Internacionales.
Se ha dedicado de lleno a documentar la historia del departamento, el de Antioquia. Es autor de publicaciones y estudios sobre la presencia y la huella vasca en aquella parte de Colombia. Como «Vascos-Navarros en Antioquia 1890-1970. Una aproximación a la historia de migrantes, religiosos y exiliados»,  «Los vascos en Antioquia durante el reinado de los Austrias (1510-1700)», o «Los vascos en “Antioquia durante el reinado de los Borbón».

Hemos hablado en varias ocasiones de asuntos que relacionan a los vascos con el departamento colombiano de Antioquia y, más en concreto, de la labor que realiza su activo Centro Vasco y el Centro de Estudios Vascos de Antioquia, que acaba de cumplir 15 años de actividad.

Hoy volvemos a hablar de estos vascos en Colombia, porque acaban de compartir un documental que recoge la huella que dejaron en aquellos lugares 20 personales vascos de gran influencia, empezando por el gobernador de origen eibarrés, Miguel de Aguinaga y Mendigoitia, que fundó en 1675 Medellín, la ciudad que ahora es la capital de Antioquia; y su antecesor, Fernando de Montoya y Salazar (nacido en Berantevilla, Álava), que fue quien inició las gestiones para su fundación.

Los autores del trabajo son los historiadores John Alejandro Ricaurte y Daniel Ramírez. El asunto tratado nos ha parecido de gran interés ya que nos ayuda a conocer una parte de la historia de nuestro país que la mayoría de nosotros desconocíamos. Por eso hemos pedido, una vez más, a John Alejandro Ricaurte que nos escriba un artículo para presentar el documental y el trabajo realizado.


El Legado Vasco en Antioquia

John Alejandro Ricaurte

El Centro Vasco Gure Mendietakoak durante la cuarentena continúa realizando su labor de difusión de la cultura vasca en Antioquia, es por ello que haciendo uso de las plataformas digitales, tan utilizados en este confinamiento, apoya y difunde la realización de actividades investigativas y de difusión cultural. Así nace este documental para dar a conocer la investigación sobre la presencia y patrimonio (material e inmaterial) de los inmigrantes vascos, realizado por los historiadores John Alejandro Ricaurte y Daniel Ramírez.

De esta manera el objetivo del documental es rescatar la memoria histórica y patrimonial de los inmigrantes vascos que hicieron presencia en la región y evidenciar sus aportes en Antioquia durante los siglos XIX y XX.

Se escogieron 20 personajes que representan la presencia, huellas e impacto de los vascos en Antioquia en esta época moderna, empezando por el gobernador de origen eibarrés, Miguel de Aguinaga y Mendigoitia, a quien le tocó fundar a Medellín en 1675, pues su antecesor, el también vasco Fernando de Montoya y Salazar (nacido en Berantevilla, Álava), fue quien inició las gestiones para la fundación de esta importante villa.

Seguidamente se menciona a doña Mercedes Zuláibar Santamaría, hija del comerciante y minero vizcaíno José María Zuláibar y descendiente del burgalés Manuel de Santamaría Fernández de Salazar, oriundo del valle de Mena y con relación con los comerciantes vascos asentados en la región. Esta fue una de las familias más ricas de la región, siendo doña Mercedes quien haría importantes obras benéficas en la sociedad decimonónica antioqueña y quien legaría en su descendencia el cariño por sus ancestros vascos, relato que es rescatado por uno de sus nietos, Estanislao Barrientos a principios del siglo XX, donde se cuentan las historias de este pueblo, a través de las tertulias que hacía en su casa, de ahí que se pude considerar fundadora de la primera asociación vasca en América, aunque no formalizada, en la década de 1820.

Además, entre este grupo de vascos, de quienes se tienen registros fotográficos, se destaca el legado que estos inmigrantes tuvieron en las obras arquitectónicas sacras, catedrales tan importantes como la Iglesia del señor de las Misericordias en Manrique (diseñada por el arquitecto carmelita, el navarro Andrés Lorenzo Huarte) y la Cripta y templo de Jesús de Nazareno, ubicada en la céntrica avenida Juan del Corral de la ciudad de Medellín, que fue construida por el arquitecto claretiano Vicente Flumencio Galicia Arrue nacido en Tolosa, Gipuzkoa, en 1901.

Así mismo es de interés la obra que dejó el vizcaíno Jesús Arriola (nacido en Elorrio, Bizkaia), su casa construida por el arquitecto belga Agustín Govaters y el Palacio de Bellas Artes, obra del mismo arquitecto belga, que fue la academia donde Arriola fue maestro fundador.

De igual forma otro de los sitios de interés para entender el patrimonio y legado moderno de los vascos en Antioquia es la Plaza de San Ignacio, donde se ubica el colegio de los jesuitas, fundado en tres momentos del siglo XIX, entre expulsiones y regreso de esta comunidad, precisamente por tres vascos: Egaña, Legarra y Jauregui. Uno de los mencionados colegios, el refundado a mediados del siglo por el jesuita vizcaíno Fausto Legarra, es la actual Universidad de Antioquia, donde Legarra figura en 1847 como su primer rector. A un costado se ubica el otro colegio de los jesuitas, que permanece como institución educativa y que fue fundado en 1885 por el vizcaíno Luis Jauregui en 1885.

También se destaca al ingeniero Juan Andrés Ormaechea, nacido en Mundaka, Bizkaia, quien formó la empresa de construcción que hizo el Hipódromo San Fernando en 1948, los inicios de la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y muchas otras urbanizaciones de Medellín como en el barrio El Prado.

Además aparecen los aportes de los vascos a la educación, arte y cultura antioqueña y a la formación de la idea (o mito identitario) que los antioqueños vienen de los vascos por sus apellidos muy frecuentes y destacados en la región.

Se trata de invitarlos a que miren y compartan este video ya que es parte del patrimonio cultural, material e inmaterial, de este colectivo de interés tanto de Antioquia como en el País Vasco y Navarra.

Guión del documental

Antioquia, Colombia e Hispanoamérica en general, son territorios vastos y de gran diversidad cultural y poblacional. Sus habitantes son el resultado del encuentro de pueblos nativos y otros provenientes de distintos lugares y de diversos grupos étnicos: gallegos, cántabros, asturianos, valencianos, andaluces, castellanos en España, pueblos originarios del continente africano e inmigrantes de todos los lugares del mundo.

Tomando a uno de estos pueblos en específico, los vascos, una comunidad que habita el norte de España y sur de Francia, encontramos que en el caso particular de Antioquia dejaron un legado y patrimonio material e inmaterial de gran importancia, el cual hace parte de nuestra historia y cotidianidad.

Desde tiempos coloniales esta población comenzó a dejar huellas profundas en la región antioqueña. Quizás el más conocido de ellos sea MIGUEL DE AGUINAGA Y MENDIGOITIA (Éibar/Gipuzkoa 1634 – Sevilla/Andalucía 1693). gobernador de Antioquia en 1675 quien figura como fundador de la ciudad de Medellín, pues tras la muerte del anterior mandatario, el también vasco, Francisco de Montoya y Salazar, quien había hecho las gestiones para la fundación de la villa de la Candelaria de Medellín, le tocó recibir, el 2 de noviembre de 1675, el título de ciudad de parte de la Reina Mariana de Austria y su hijo el rey Carlos II.

En fechas posteriores, durante el siglo XIX, una vez consumada la Independencia, los vascos comenzaron a migrar masivamente a América. Sin embargo, a Colombia no llegaron estas grandes olas de inmigración. Curiosamente, por estas mismas fechas, comenzó a extenderse la idea de que los vascos habían dejado un legado en la región, en especial, gracias a personajes decimonónicos destacados que portaban estos apellidos como don Manuel Uribe Ángel (1822-1904), Camilo Antonio Echeverri (1828-1887), Rafael Uribe Uribe (1859-1914) o Eduardo Zuleta Gaviria (1864-1937).

Responsables de insertar la idea de que los antioqueños venimos de los vascos por sus sonoros apellidos, pero también por ser común en la región apellidos como: Aguirre, Álzate, Arbeláez, Aristizábal, Arteaga, Arroyave, Arrubla, Atehortúa, Castañeda, Chavarriaga, Echavarría, Echeverri, Elejalde, Gaviria, Isaza, Londoño, Marulanda, Mondragón, Montoya, Ochoa, Orozco, Ospina, Ossa, Palacio, Saldarriaga, Taborda, Upegui, Uribe, Urreta, Zabala y Zuloaga, entre muchos otros.

Del mismo modo, se reconocía el ascendente vasco en algunas familias típicas antioqueñas como los Zuláibar. Especialmente, gracias a doña MERCEDES ZULÁIBAR SANTAMARÍA (Medellín/Antioquia 1793 – Medellín/Antioquia 1875), hija del comerciante y minero vizcaíno, José María Zuláibar. Esta dama fue una importante intelectual y filántropa antioqueña del siglo XIX. En 1806 contrajo matrimonio en Santa Rosa de Osos con el comerciante y minero Manuel Barrientos. Sus hijas Marcelina Barrientos Zuláibar y María Del Rosario Barrientos Zuláibar, se casaron en distintas fechas con el político y escritor Mariano Ospina Rodríguez. En sus descendientes y troncos familiares, los Ospina y Barrientos, quedaron insertas todas esas historias de los vascos, gracias a la tertulia que se hacía en su casa. Ellos por supuesto, se encargaron de difundirlas en la región.

Pero los vascos no sólo dejaron su impronta en los apellidos y familias formadas en estas montañas, sino que también en épocas más recientes, después de finalizada la Independencia, vinieron ya con el rótulo de extranjeros y dejaron obras e impacto en la región que es importante rescatar, pues constituyen parte de nuestra memoria y patrimonio tanto del departamento como del país.

Arquitectura

Si hablamos del legado arquitectónico vasco en Antioquia tenemos que hablar de tres de los grandes introductores del estilo gótico español en las obras sacras, hablamos del navarro Lorenzo Huarte, el guipuzcoano Flumencio Galicia Arrue y el vizcaíno Juan Andrés Ormaechea.

El primero de ellos, Andrés Lorenzo Huarte, nació en el corazón de los Pirineos, en Navarra. Fue un destacado religioso que vino a la región con media centena de vascos enrolados en la comunidad carmelita y dejó en los lugares donde hicieron presencia en la región, Medellín, Frontino, Sonsón y Urabá, entre otros, obras arquitectónicas de gran valor. Hablamos de catedrales, escuelas, barrios, casas, monasterios y demás recintos dedicados a su labor evangelizadora.

Huarte se encargó de los planos y construcción de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Carmen en el municipio antioqueño de Frontino. De igual forma realizó los planos de los templos carmelitas en el municipio antioqueño de Sonsón y el templo de Nuestro Señor de las Misericordias, ubicado en el barrio Manrique de Medellín.

De otro lado tenemos al guipuzcoano Vicente Flumencio Galicia Arrue (San Sebastián, 1901—Barranquilla, 1992). También misionero como el anterior, pero enrolado en los claretianos dejó un importante legado arquitectónico en Colombia, particularmente en el departamento de Choco y las ciudades de Barranquilla y Medellín. En esta última ciudad la obra más importante que se recuerda del vasco es la Iglesia de Jesús Nazareno.

Por último, dejamos al vizcaíno Juan Andrés Ormaechea, nacido en Mundaka, quien vino al país como refugiado de la Guerra Civil Española y aunque era ingeniero civil de profesión, creó empresas de construcción como “Ormaechea, Mesa, Isaza y Cia.”, fundada con varios socios antioqueños. Esta empresa ayudó notable en la urbanización de Medellín, en un periodo donde la ciudad estaba en acelerado crecimiento, construyendo barrios obreros, urbanizaciones y edificaciones públicas y privadas.

Entre sus más grandes obras se encuentran la fachada en estilo neogótico de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Carmen de La Ceja, la construcción del Hipódromo San Fernando en 1948 y el inicio del proyecto del Templo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Medellín –proyecto concluido por José Félix Mejía Arango–.

Comunidades, Educación y Cultura

La llegada de estos inmigrantes vascos también aportó a la fundación de comunidades, la fe y las artes, obras e impacto que hoy en día es importante recordar pues forma parte de nuestro patrimonio e historia.

3. ANTONIO AGUIRREBEITÍA ARRIAGA (Fray Severino) (Bérriz/Bizkaia 1885 – Amorebieta/Bizkaia 1962). Superior de la Fundación Carmelitana en Frontino, Prefecto de Urabá entre 1918 y 1943 y párroco de la Iglesia de Manrique en Medellín hasta 1946. Fue impulsor junto con esta comunidad religiosa del desarrollo y colonización de Urabá, fundó pueblos, barrios e iglesias en Urabá y Frontino.

4. JESÚS ARRIOLA BESOITIA Y ORMAECHEA (Villa de Elorrio/Bizkaia 1873 – Medellín/Antioquia 1931). Compositor, interprete y maestro de música en Medellín. Enseñó en la Academia de Música Santa Cecilia, Instituto de Bellas Artes, Escuela Normal de Señoritas, Colegio Departamental de Señoritas, Colegio San Ignacio de Loyola y Convento de la Enseñanza. Formó varios grupos musicales destacados como La Lira Antioqueña y compuso varias obras.

5. JOSÉ ANTONIO DE IRAZUSTA MUNOA (Tolosa/Gipuzkoa 1884 – Lima/Perú 1952). Fue un abogado, político y escritor. Escribió en varias revistas y periódicos en euskera (vasco) bajo el seudónimo “Jon Andoni”. Tras la Guerra Civil se exilió en el Bagre Antioquia, donde trabajó con las compañías mineras. Escribió dos novelas en euskera: Joañixio [Juan Ignacio] y Bizia garratza da [La vida es dura], publicadas en Buenos Aires, la primera en 1946 y la segunda en 1950. Bizia garratza da es una obra no traducida al castellano que está inspirada en el paisaje antioqueño, pues esta se desarrolla en el nordeste de Antioquia, en el Urabá y en la capital Medellín.

6. LUÍS JÁUREGUI (Zenauri/Bizkaia – 1862 – Bogotá/Cundinamarca 1935). Este sacerdote llegó a Medellín en 1886. Participó en la fundación del colegio San Ignacio de Loyola donde fue profesor y rector. Permaneció en esta institución hasta 1899 pasando a Bogotá para desempeñarse como rector del colegio San Bartolomé.

7. AGAPITO CLAVERÍA. Vino a Antioquia a principios del siglo XX a trabajar con la Pato Gold Mines empresa minera americana, luego se enfermó y se fue a Barranquilla, donde con su sobrino venido de Navarra de apellido Díaz, fundó una tienda de papelería que se convirtió en la multinacional llamada Productos el Cid.

8. MANUEL ALZATE VIZCARGUENAGA. Guipuzcoano de Donosita, vino a Antioquia exiliado en la década de los 40s con aproximadamente 20 años, a raíz de la Guerra Civil Española donde perdió a toda su familia. En Antioquia se dedicó a las labores agrícolas.

9. JOSÉ MARÍA BERRIO IRIARTE (Lumbier/Navarra 1923 – Medellín/Antioquia 1995). Vino a Antioquia en 1962 con la comunidad Benedictina. desempeñó oficios de hospedero, maestro de novicios y ceremonias, sacristán y sub-prior. fundó en Sabaneta el colegio “José María Berrio”. Institución a la que se dedicó hasta el 21 de abril de 1995, año en el que murió cumpliendo su labor.

10. RUDESINDO LIZARRAGA. Jesuita vasco fue uno de los primeros rectores del colegio San Ignacio de Loyola de Medellín. Nació a finales del siglo XIX y fue periodista y escritor en la revista “Los estudios”.

11. RUFINO SAN VICENTE NAVARRO (Begoña/Bizkaia 1880 – Medellín/Antioquia 1973). Hizo su debut en Medellín lo hizo en el Circo España, ubicado en la carrera El Palo. Se casó y se quedó a vivir en Fredonia, donde alternaba dedicado al cultivo del café.

12. KEPA MIRENA AMUCHASTEGUI ELOIZAGA (Bogotá/Cundinamarca 1941) Actor y director de origen vasco, hijo de Pedro Amuchastegui y Pilar Eloizaga, Hijo de dos inmigrantes vascos exiliados en el país, recordado en Antioquia por dirigir producciones como “La casa de las dos palmas” (1991) y “Aprendí a quererme” (2013).

13. REBECA URIBE BONE (Ciudad de Guatemala/Guatemala 1917 – Bilbao/Bizkaia 2017). Hija del bilbaíno Guillermo Uribe Echevarría y la guatemalteca María Teresa Bone. Rebeca figura como la primera mujer ingeniera en graduarse en el país. Al obtener el título de ingeniera química e industrial, el 19 de octubre de 1945, en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.

14. FAUSTO LEGARRA (Bizkaia 1822 – ?). Jesuita primer rector fundador del Colegio Jesuita (hoy Universidad de Antioquia), entre 1845 y 1846, fecha última en que se retira por la oposición y la posterior expulsión de la Compañía de Jesús del país.

15. NARCISO LARREA LÓPEZ DE LUZURIAGA (Vitoria/Álava 1947 – Medellín/Antioquia 2001). Llegó en 1967 como profesor del colegio Corazonista de Medellín. En 1988 fundó el colegio Euskadi en Envigado y Medellín, al tiempo se retiró de la vida religiosa para casarse y quedarse ejerciendo su vocación como educador.

16. JOSÉ JOAQUÍN ARTEAGA Y SAN JULIÁN. (Estella/Navarra 1878 – Frontino/Antioquia 1926). Fue Prefecto Apostólico de Urabá. Recorrió toda la zona de Urabá, por selvas, ríos, ayudando a los indígenas. Fue un abanderado de la construcción de la Carreta al Mar, pronunció en Medellín –en marzo de 1926– un discurso motivando la obra en el Teatro Junín, acto en el que fue aclamado como redentor de Antioquia. Sus restos reposan en el cementerio de este municipio. Trece días después de su muerte el 1° de junio de 1926, se inician en Medellín los trabajos de construcción de la carretera a Turbo.

17. Juan GURUCHAGA. Jesuita vasco quien figura como uno de los primeros rectores del Colegio San Ignacio de Loyola.

18. PRUDENCIO LLONA. (Munguía/Bizkaia). Fue profesor del colegio San Ignacio de Loyola en Medellín, gran intelectual e historiador, miembro fundador de la Academia Antioqueña de Historia.

19. MARÍA VICTORIA ARAMENDIA AZANZA. Pintora vasca nacida en Irún en 1924. En la década del 50 se vino a vivir a Medellín, murió allí en el año 2015. Fue directora del museo Santa Clara en Bogotá y presidenta de la Asociación nacional de museos.

Cierre

Es así como evidenciamos y reconocemos el gran legado de uno de los pueblos hermanos de los Antioqueños. Entender los personajes del pasado nos permite redimensionar el presente y dar sentido y valor a nuestro entorno.

Documental Legado Vasco en Antioquia
Documental Legado Vasco en Antioquia

Guías para descubrir la historia de los pastores vascos en el Far West

Basque sheepherder camped on the range. Dangberg Ranch, Douglas County, Nevada. Photo by Arthur Rothstein. 1940
Basque sheepherder camped on the range. Dangberg Ranch, Douglas County, Nevada. Photo by Arthur Rothstein. 1940

El diario Canyon Country Zephyr se publica en Moab (Utah). Es decir, uno de esos sitios de los USA a los que algún día iremos para visitar los lugares donde la presencia de los vascos en aquel país es relevante, y un Estado del que hemos «hablado» en numerosas ocasiones.

Hemos encontrado, en su versión web, un articulo sobre la historia de los pastores vascos en USA, que nos ha parecido obligatorio recoger en nuestro blog, donde hemos dedicado mucho espacio a esta parte de nuestra diáspora. Además de ofrecer un amplio, y muy bien ilustrado, recorrido por esta parte de la epopeya vasca en el mundo, nos ofrece unos «bonus» que ayudarán a los más interesados en estas materias a profundizar en ellas.

Este artículo llega a nosotros en un momento muy oportuno. Acabamos de recoger la noticia del cierre definitivo del restaurante Noriega Hotel, un icono, durante casi 100 años, de esa presencia vasca en aquellas tierras. Un local que se cita en el propio artículo de una forma casi premonitoria:

Very little survives of the era of Basques in the American West. The fading stencil of the word “BASQUE” lingers on crumbling brick facades in Nevada. At scattered addresses throughout Idaho and California, a few curiously named hotels—the Pyrenees, the Noriega, Des Alpes—don’t seem to fit among the region’s otherwise identifiable ethnic blend of Cowboy White/Hispanic/Native American. All over the West, little artifacts of this strange “other” culture abound, but they’re easily missed.

(Muy poco sobrevive de la era de los vascos en el oeste americano. La plantilla de la palabra “VASCO” se desvanece en las fachadas de ladrillos en Nevada. En direcciones dispersas en todo Idaho y California, algunos hoteles curiosamente nombrados (los Pirineos, Noriega, Des Alpes) no parecen encajar entre la mezcla étnica identificable de la región de Cowboy White / Hispanic / Native American. En todo Occidente, abundan los pequeños artefactos de esta extraña “otra” cultura, pero se pueden perder fácilmente.)

Nos encontramos por lo tanto ante una encrucijada marcada por un lado por esa sensación de desaparición de una época y de su huella, la de los vascos pastores de ovejas; y el surgimiento de una nueva época para los vascos en USA. Esta última definida por lo que nos contaba Vince J. Juaristi en un articulo que recogíamos hace un mes:

The results are vivid among the 57,000 Basque in America today. According to the last census, more than 75% of Basque age 25 years or older have some level of college education compared to only 58% of Americans overall. They are 31% more likely to hold jobs in management, business, science or the arts. Their median household income is $70,159 compared to the U.S. median of $52,176. Their poverty rate is half the national average, and they are more likely to own their own home. When they do, the home is 48% more valuable than the average American home.

(Los resultados son vívidos entre los 57,000 vascos en América hoy. Según el último censo, más del 75% de los vascos de 25 años o más tienen algún nivel de educación universitaria en comparación con solo el 58% de los estadounidenses en general. Tienen un 31% más de probabilidades de tener puestos de trabajo en administración, negocios, ciencias o artes. Su ingreso familiar promedio es de $ 70,159 en comparación con el promedio estadounidense de $ 52,176. Su tasa de pobreza es la mitad del promedio nacional, y es más probable que tengan su propia casa. Cuando lo hacen, el hogar es un 48% más valioso que el hogar estadounidense promedio.)

A lo que hay que sumar lo que nos escribía para el blog David Bieter tras el último Jaialdi, hace ahora 5 años, y que titulaba de una forma muy clara: «Ahora mismo podría ser el mejor momento de toda la historia para los vascos». Él hablaba del conjunto de los vascos, pero también hablaba de los vascos en USA. Sin duda pensando en lo que 5 años después Vice J. Juaristi comentaba en su  artículo.

Nosotros deseamos hacer un pleno y que en esa parte del mundo los vascos sigan avanzando y cumpliendo lo que un día el Lehendakari Aguirre pidió a los vascos que tuvieron que refugiarse fuera de Euskadi tras la victoria de los insurrectos franquistas: «en vuestra tierra de acogida sed de entre todos los mejores ciudadanos», continuando con la seña de identidad y comportamiento que los emigrantes vascos habían tenido de forma abrumadora durante siglos. Pero también deseamos que, además, se conserve viva y fuerte la huella de nuestra historia como Pueblo en aquel país.

Una huella en la que los pastores vascos tienen un protagonismo importante y que, de una forma tan espectacular, nos cuentan en su artículo el diario Canyon Country Zephyr.

Recogemos el artículo, firmado por Tonya Audyn Stiles, y también las referencias que incluyen en el mismo. Como el artículo Sierra Basques escrito por  Jennifer K. Crittenden, o las referencias a diferentes publicaciones que abordan este tema.  Nos parecen importantes y queremos que se conserven bien indexadas en el histórico de nuestro blog.

Canyon Country Zephyr – 1/12/2019 – USA

The Other Lonely Rangers: The Forgotten Lives of America’s Basque Sheepherders

Basque sheepherder camped on the range. Dangberg Ranch, Douglas County, Nevada. Photo by Arthur Rothstein. 1940
Basque sheepherder camped on the range. Dangberg Ranch, Douglas County, Nevada. Photo by Arthur Rothstein. 1940

It was the trial of the year in Moab, Utah. The courtroom was packed full by Ten in the morning, November 18th of 1921. Tensions had been brewing a long time between the cattlemen of Southeast Utah and the encroaching sheep herders from the south. The previous February, one sheepherder had crossed the line. Or so the defense attorney argued before the assembled crowd.

(Sigue) (Traducción automática)

Mammoth Letters -2016 – USA

Sierra Basques

The movie Thunder in the Sun recounts the adventures of a French Basque pioneer family as it makes its way west, narrowly escaping an Indian attack at Whitney Portal. The movie highly amused real Basques with its depiction of a jai alai game baton being used as a weapon and of characters screeching at each other, as though that’s how Basques talk. The movie was accurate however in positing Basques in the Eastern Sierra. And if you pay attention, you can still see the marks they literally left behind on the landscape.

(Sigue) (Traducción automática)

 

Basque Sheep Herders of the American West A Photographic Documentary (ver)

HISTORY OF EUZKO – ETXEA OF NEW YORK.” New York Basque Club. (ver)

Sobre Charlie Glass and Felix Jesui:“It Happened in Utah: Stories of Events and People that Shaped Beehive State History” by Tom Wharton. Rowman & Littlefield, Dec 21, 2018 (ver)

 

Desaparece una pieza clave de la historia de los vascos en USA: el restaurante Noriega Hotel

(PHOTO: From left: Ignacio Maisterrena, Alfred Saldubehere and Pierre Arrayet — regulars at Noriega’s — speak and joke in their native Basque language in this undated file photo. “You don’t see family-style too much anymore,” Saldubehere, who came to the U.S. from France in 1958, said that day. “It feels like home) Californian file photo
(PHOTO: From left: Ignacio Maisterrena, Alfred Saldubehere and Pierre Arrayet — regulars at Noriega’s — speak and joke in their native Basque language in this undated file photo. “You don’t see family-style too much anymore,” Saldubehere, who came to the U.S. from France in 1958, said that day. “It feels like home) Californian file photo

Nos produce tristeza  esta noticia: el restaurante Noriega Hotel de Bakersfield (California) ha cerrado definitivamente después de más de 120 años de existencia. Una consecuencia más de esta pandemia que está azotando el mundo y haciéndonos entender que todo es mucho más frágil de lo que pensábamos. Y que incluso una institución tan respetada y querida como este restaurante, no está libre de sufrir sus consecuencias.

Es cierto que estamos hablando de la desaparición de un negocio, y no del fallecimiento de personas. Pero también es cierto que este local guardaba entre sus paredes, mesas corridas, recetas y pucheros, una parte de peso de la historia de los vascos en aquella parte de los USA. Una historia conocida y reconocida. Su cierre es una perdida no sólo para la gastronomía de los USA y vasca sino, sobre todo, para la proyección de las mejores esencias de «lo vasco» en aquel país.

Hemos hablado muchas veces en nuestro blog de la gran valoración que tenia el Noriega Hotel entre los comensales y los críticos. No en vano recibió en 2011 uno de los cinco galardones de la categoría America’s Classics, que, la Fundación James Beard, otorga a “a los restaurantes con un atractivo intemporal,  de alimentos de calidad que refleja el carácter de su comunidad“.

The New York Times le dedicaba un espectacular reportaje en el que hablaba de calidad, tradición, amistad y todas las grandes cosas que un comensal podía encontrar en ese rincón del mundo cuando se sentaba en la mesa de este restaurante vasco.

Su cierre no ha pasado desapercibido. Ni entre los cercanos, ni entre los medios de prestigio de las dos costas de los USA. Hay muchos artículos y noticias dedicados a esta perdida de la cultura tradicional vasca en aquel país. Nosotros hemos escogido tres.

Uno es  la reseña del Eater Los Angeles, firmada por Farley Elliott. Otro es la información , en la columna sobre California de Jill Cowan, publica nuestro siempre admirado New York Times, sobre la relevancia de este pequeño restaurante que cierra en una pequeña población situada a más de 4.500 km de la Gran Manzana. El tercero es un precioso artículo de Robert Price publicado en Tehachapi News que nos ha gustado tanto que vamos a hacer algo que no solemos hacer nunca: como por cuestiones de la normativa de protección de datos de la UE, este diario no deja entrar a los que navegan desde Europa, lo vamos a copiar e incluir su traducción (esperemos que esto sea considerado un pecado venial y podamos entrar en su momento al «cielo de los derechos de autor»).

Nosotros nunca pudimos comer en él. Por desgracia, ese deuda con la cultura vasca en USA, nunca la podremos saldar.

Eater Los Angeles – 27/4/2020 -USA

Bakersfield’s 89-Year-Old Basque Institution Noriega Hotel Closes Permanently

Famed Bakersfield Basque restaurant the Noriega Hotel is closing permanently, reports the Bakersfield Californian. The legendary large-format restaurant is a James Beard Foundation American Classic category winner from 2011, and has been in operation since the 1930s. In a note posted to the restaurant’s social media, ownership said the property would “not re-open after the COVID-19 closure.” The loss has stung many in the Central Valley, home to a surprising accumulation of Basque restaurants and other timeless dining gems.

(Sigue) (Traducción automática)

The New York Times – 27/4/2020 – USA

CALIFORNIA TODAY

In 2011, The Times wrote about Bakersfield’s Noriega Hotel in an article whose headline declared, “The Spotlight Finds a Basque Shepherds’ Canteen.” The restaurant and longtime boardinghouse, the oldest of a handful of institutions that for decades have served Basque farmers, had won a James Beard Foundation award for being an “American Classic.”

(Sigue) (Traducción automática)

Tehachapi News -27/4/2020 –  USA

ROBERT PRICE: Noriega Hotel closing? Now it’s really hitting home

(PHOTO: From left: Ignacio Maisterrena, Alfred Saldubehere and Pierre Arrayet — regulars at Noriega’s — speak and joke in their native Basque language in this undated file photo. “You don’t see family-style too much anymore,” Saldubehere, who came to the U.S. from France in 1958, said that day. “It feels like home) Californian file photo
PHOTO: From left: Ignacio Maisterrena, Alfred Saldubehere and Pierre Arrayet — regulars at Noriega’s — speak and joke in their native Basque language in this undated file photo. “You don’t see family-style too much anymore,” Saldubehere, who came to the U.S. from France in 1958, said that day. “It feels like home –  Californian file photo

In Kern County, as around the world, we count the consequences of COVID-19 in terms of lives lost, lives saved and testing kits back-ordered.

But another metric matters, too: Institutions closed.

Most California businesses have temporarily shuttered, as they should, despite all the theories about government oppression your uncle might be regurgitating onto Facebook. Most businesses, we hope, will return when this is over, but some may not. Restaurants will be especially vulnerable because restaurants are especially vulnerable anyway.

But now it’s getting personal. An establishment that helped define this community has succumbed to the coronavirus — or rather to the likely hardship that waiting for the virus to dissipate will create.

The Noriega Hotel, whose modest consistency and honesty acquired fame endured across parts of three centuries, has closed.

“This (pandemic) was the killshot,” said Mike Ladd, whose wife, Rochelle, had been running the place with her sister Linda Elizalde McCoy since 1987. Their grandparents, Juan and Gracianna Elizalde, purchased the restaurant in 1931.

“The location, east Bakersfield, was tough,” Ladd said. “Then this hit. We were losing money. No income.”

Add age and health issues and it’s clear why the owners have chosen to use the word “permanently.”

If they are certain about that, though, we have a tragedy on several levels.

The first tragedy is the loss of that garlic fried chicken. The second is the lost opportunity to share platters with complete strangers who, well before the vanilla ice cream arrives, would be strangers no more. The boardinghouse-style seating arrangements forced diners to acknowledge their shared humanity in the same way they shared pinto beans and pickled tongue.

The third is the blow to Old Town Kern’s glacial but undeniable momentum. The Baker Street area is Bakersfield’s great, underappreciated attraction, a quirky surprise for visiting foodies who enjoy mild adventure with their supper and dislike even the faintest whiff of pretension. Pyrenees Cafe, Wool Growers, Luigi’s, Arizona Cafe, Los Reyes — they’re all still there, or at least we hope they will be — but the granddaddy is the Noriega Hotel, 525 Sumner St.

The area’s oldest Basque restaurant — and, so it is said, the world’s last surviving establishment of its kind — was founded in 1893 by Faustino Noriega, a Basque immigrant who beat the railroad here by six years. The hotel, which Noriega ran with partner Fernando Etcheverry, catered to young Basque men engaged in what was then a common vocation for imported workers from the Pyrenees mountain range of northern Spain and southwestern France: sheepherding.

“Its history sounds like a rogue chapter from a John Steinbeck novel,” Jeff Gordinier wrote for The New York Times on the occasion of Noriega’s black-tie acceptance of a James Beard Foundation Award for American cuisine in 2011.

The market for sheepherders eventually faded, but interest in the Noriega Hotel did not.

By 1938, according to The Californian, it was the “pivotal center of the Basque population in Kern County and its social nucleus … a gravitational point for the Basques when they enter the city.”

In 1948, John Kovacevich and two friends, Dominic Corsaro and M.R. “Babe” Lazane, all rejected for membership at the Stockdale Country Club, convened a meeting of interested parties at the Noriega — about 75 men, some perhaps also rejected by Bakersfield’s one and only private golf club. They started their own club: the Bakersfield Country Club, on the cool, green hills east of the city, and their founding document still occupies a place of honor on a dining-hall wall at the Noriega.

No doubt a thousand other deals were struck there on Sumner Street as well, many in the presence of Noriega and Etcheverry but many more in close proximity to the Elizaldes, who ran the operation until their granddaughters declared it was time to stop.

That day was coming anyway, but the COVID-19 outbreak gave them the last little shove.

But if Noriega’s closes, really closes, Bakersfield and the world will be deprived of a working-class charm, and an entertainment niche, that the upscale chains along westernmost Stockdale Highway can’t match and would never attempt to duplicate anyway. Even some of the successful ones will seem dated in a few years; they must reinvent or die.

Contrast that to the Noriega, whose spartan, frozen-in-time, wood-paneled bar, built around 1940, still qualified as the new addition. The menu was set, dictated by the day of the week: Thursdays were garlic fried chicken and spare ribs, Saturdays oxtail stew and more fried chicken. Many patrons arrived early, well before seating time, to enjoy a Picon punch (but not more than two, as the late TV travel-show host Huell Howser once advised viewers).

And now, unceremoniously and matter-of-factly, it is over.

“The Noriega Hotel will not re-open after the COVID-19 closure,” the restaurant’s Facebook page said Friday. “We appreciate all the people that have dined with us for the last 89 years.”

Those words would have broken the heart of Jonathan Gold, the late Los Angeles-based, Pulitzer Prize-winning food critic, whose odes of appreciation about the Noriega have been reprinted here too many times already. Suffice to say, he enjoyed it.

We, then, are the ones left to mourn — if not for the loss of a specific restaurant experience, then for the realization that something old, grand and unique to this city has been lost.

Robert Price is a journalist for KGET-TV. His column appears here on Sundays; the views expressed are his own. Reach him at [email protected] or via Twitter: @stubblebuzz.

(Sigue)

ROBERT PRICE: ¿Cierre del hotel Noriega? Ahora realmente está llegando a casa

(PHOTO: From left: Ignacio Maisterrena, Alfred Saldubehere and Pierre Arrayet — regulars at Noriega’s — speak and joke in their native Basque language in this undated file photo. “You don’t see family-style too much anymore,” Saldubehere, who came to the U.S. from France in 1958, said that day. “It feels like home) Californian file photo
FOTO: De izquierda a derecha: Ignacio Maisterrena, Alfred Saldubehere y Pierre Arrayet, clientes habituales de Noriega’s) hablan y bromean en su lengua vasca nativa en esta foto de archivo sin fecha. “Ya no ves demasiado el estilo familiar”, Saldubehere, quien llegó a los Estados Unidos desde Francia en 1958, dijo ese día. “Se siente como en casa- Foto Archivo Californian

En el condado de Kern, como en todo el mundo, contamos las consecuencias de COVID-19 en términos de vidas perdidas, vidas salvadas y kits de prueba reordenados.

Pero otra métrica también importa: las instituciones cerraron.

La mayoría de las empresas de California han cerrado temporalmente, como deberían, a pesar de todas las teorías sobre la opresión del gobierno, su tío podría estar regurgitando en Facebook. Esperamos que la mayoría de las empresas regresen cuando esto termine, pero algunas no. Los restaurantes serán especialmente vulnerables porque los restaurantes son especialmente vulnerables de todos modos.

Pero ahora se está volviendo personal. Un establecimiento que ayudó a definir a esta comunidad ha sucumbido al coronavirus, o más bien a la probable dificultad que creará la espera de que el virus se disipe.

El hotel Noriega, cuya modesta consistencia y honestidad adquirió fama a lo largo de tres siglos, ha cerrado.

“Esta (pandemia) fue el asesinato”, dijo Mike Ladd, cuya esposa, Rochelle, había dirigido el lugar con su hermana Linda Elizalde McCoy desde 1987. Sus abuelos, Juan y Gracianna Elizalde, compraron el restaurante en 1931.

“La ubicación, al este de Bakersfield, era difícil”, dijo Ladd. “Entonces este golpe. Estábamos perdiendo dinero. Sin ingresos.”

Agregue problemas de edad y salud y está claro por qué los propietarios han elegido usar la palabra “permanentemente”.

Sin embargo, si están seguros de eso, tenemos una tragedia en varios niveles.

La primera tragedia es la pérdida de ese pollo frito con ajo. La segunda es la oportunidad perdida de compartir platos con completos extraños que, mucho antes de que llegue el helado de vainilla, ya no serían extraños. Los arreglos de asientos estilo pensión obligaron a los comensales a reconocer su humanidad compartida de la misma manera que compartieron frijoles pintos y lengua en escabeche.

El tercero es el golpe al ímpetu glacial pero innegable del casco antiguo de Kern. El área de Baker Street es la gran atracción subestimada de Bakersfield, una extravagante sorpresa para los amantes de la gastronomía que disfrutan de una leve aventura con su cena y no les gusta ni el más mínimo olor a pretensión. Pyrenees Cafe, Wool Growers, Luigi’s, Arizona Cafe, Los Reyes, todavía están allí, o al menos esperamos que lo estén, pero el abuelo es el Hotel Noriega, 525 Sumner St.

El restaurante vasco más antiguo de la zona, y, según se dice, el último establecimiento sobreviviente de este tipo en el mundo, fue fundado en 1893 por Faustino Noriega, un inmigrante vasco que golpeó el ferrocarril aquí por seis años. El hotel, que Noriega dirigía con su socio Fernando Etcheverry, atendía a jóvenes vascos que se dedicaban a lo que entonces era una vocación común para los trabajadores importados de la cordillera de los Pirineos del norte de España y el suroeste de Francia: el pastoreo de ovejas.

“Su historia suena como un capítulo deshonesto de una novela de John Steinbeck”, escribió Jeff Gordinier para The New York Times con motivo de la aceptación por parte de Noriega del Premio de la Fundación James Beard a la cocina estadounidense en 2011.

El mercado de pastores finalmente se desvaneció, pero el interés en el Hotel Noriega no.

Para 1938, según The Californian, era el “centro fundamental de la población vasca en el condado de Kern y su núcleo social … un punto gravitacional para los vascos cuando ingresan a la ciudad”.

En 1948, John Kovacevich y dos amigos, Dominic Corsaro y MR “Babe” Lazane, todos rechazados para ser miembros del Stockdale Country Club, convocaron una reunión de partes interesadas en el Noriega, unos 75 hombres, algunos quizás también rechazados por el de Bakersfield. solo club de golf privado. Comenzaron su propio club: el Bakersfield Country Club, en las frescas y verdes colinas al este de la ciudad, y su documento de fundación aún ocupa un lugar de honor en una pared del comedor en Noriega.

Sin duda, también se suscribieron miles de otros negocios en la calle Sumner, muchos en presencia de Noriega y Etcheverry, pero muchos más cerca de Elizaldes, que dirigió la operación hasta que sus nietas declararon que era hora de detenerse.

Ese día se acercaba de todos modos, pero el brote de COVID-19 les dio el último empujón.

Pero si Noriega cierra, realmente cierra, Bakersfield y el mundo se verán privados de un encanto de clase trabajadora y un nicho de entretenimiento, que las cadenas de lujo a lo largo de la autopista más occidental de Stockdale no pueden igualar y nunca intentarían duplicar de todos modos. Incluso algunos de los exitosos parecerán anticuados en unos años; deben reinventarse o morir.

Compare eso con el Noriega, cuya barra espartana, congelada en el tiempo, con paneles de madera, construida alrededor de 1940, todavía calificaba como la nueva adición. El menú estaba establecido, dictado por el día de la semana: los jueves eran pollo frito con ajo y costillas, estofado de rabo de buey los sábados y más pollo frito. Muchos clientes llegaron temprano, mucho antes de la hora de sentarse, para disfrutar de un golpe Picon (pero no más de dos, como el difunto presentador de televisión de viajes Huell Howser aconsejó una vez a los espectadores).

Y ahora, sin ceremonias y de manera casual, se acabó.

“El hotel Noriega no volverá a abrir después del cierre de COVID-19”, dijo el viernes la página de Facebook del restaurante. “Agradecemos a todas las personas que han cenado con nosotros durante los últimos 89 años”.

Esas palabras habrían roto el corazón de Jonathan Gold, el fallecido crítico de alimentos ganador del Premio Pulitzer, con sede en Los Ángeles, cuyas odas de aprecio por el Noriega ya se han reproducido aquí demasiadas veces. Basta decir que lo disfrutó.

Nosotros, entonces, somos los que debemos llorar, si no es por la pérdida de una experiencia específica en un restaurante, entonces por darnos cuenta de que algo viejo, grandioso y único en esta ciudad se ha perdido.

Robert Price es periodista de KGET-TV. Su columna aparece aquí los domingos; Las opiniones expresadas son suyas. Comuníquese con él en [email protected] o en Twitter: @stubblebuzz.

¿Puede la estupidez* ofender la memoria de los asesinados en el Bombardeo de Gernika? Sí

Foto inéditas del Gernika bombardeado del día 28 de Abril de 1937 En el fondo documental del coronel rebelde Francisco Iglesias Brage, que se custodia en el Archivo del Reino de Galicia.
Foto inéditas del Gernika bombardeado del día 28 de Abril de 1937 En el fondo documental del coronel rebelde Francisco Iglesias Brage, que se custodia en el Archivo del Reino de Galicia.

*Estupidez: Torpeza notable en comprender las cosas. (definición de la RAE)

Cuando el pasado 20 de marzo nos encontramos con el ignominioso articulo publicado en la web The Aviation Geek Club en el que el italiano Dario Leone, su fundador y editor, se atreve a escribir sobre el Bombardeo de Gernika, pensamos que era mejor esperar un mes y dirigirle nuestra respuesta en el día en que recordamos la matanza que los insurrectos franquistas y sus aliados, los totalitarios italianos y alemanes, ocasionaron sobre una ciudad indefensa.

No tenemos ninguna duda de que Dario Leone sabe mucho de aviones y que con sólo ver el perfil de cualquier de ellos puede recitar sus características sin un error. Pero lo que también tenemos claro es que del Bombardeo de Gernika no tiene ni idea y que lo que cree saber, y «vomita» en ese infame texto, sólo ha sido aprendido leyendo los textos de los que nunca vieron mal lo que pasó.

La verdad es que casi no sabemos por donde empezar, así que seguiremos el orden del artículo para puntualizar las barbaridades que dice.

Empezando por su afirmación de que los «informes eran tremendamente exagerados». Nos imaginamos que se refiere a los informes de los supervivientes; a los de los periodistas que vieron, la misma noche del bombardeo, las consecuencias del acto terrorista de los aviones facciosos; y a los informes del número de víctimas que ofreció el Gobierno de Euzkadi.

En definitiva, la «verdad es exagerada». Una «pena» que Steer, Monks y algunos periodistas internacionales mas, fueran testigos de las consecuencias del bombardeo y pudieran publicar una descripción de lo que vieron. Sin su injerencia, posiblemente tendríamos que seguir leyendo en muchos lugares que fueron los «rojos y separatistas» los que dinamitaron y quemaron Gernika.

Pensar que un gobierno en guerra «hincha» los daños ocasionados por el enemigo, roza el ridículo. Lo último que se quiere es desmoralizar a la población haciéndole creer que el enemigo tiene la capacidad de hacer todo el daño que le apetece. El Gobierno Vasco nunca dio cifras exageradas de las bajas ocasionadas por los bombardeos facciosos (por cierto, vale ya de blanquear a los insurrectos utilizando para nombrarles el término que ellos se auto-aplicaron para esconder que eran sólo unos delincuentes). Los bombardeos anteriores, como el de Durango, ocurrido el 31 de marzo, lo demuestran. La diferencia entre el de Durango y el de Gernika, es que en el primer caso la población estuvo bajo el control del gobierno legítimo durante el tiempo suficiente como para rescatar a las víctimas y contabilizarlas de forma individual, y en Gernika los insurrectos entraron poco después y pudieron «esconder» algunas de las consecuencias de la infamia cometida.

Afirmar que las 32 tm. de bombas de alto poder explosivo e incendiarias tenían como objetivo principal destruir el puente Rentería, sería un chiste, si no se estuviera hablando de algo tan serio. Es similar a escuchar por parte de algún historiador militar, muy cercano a los golpistas y a su gobierno dictatorial, «que llevaban bombas incendiarias en los aviones por casualidad». Como si eso fuera posible.

El puente de Renteria en las afueras de Gernika
El puente de Renteria en las afueras de Gernika

El puente de Renteria, era/es una estructura de hormigón de unos pocos metros, que salva un pequeño rio que un poco más al norte se transforma en la ria de Gernika.

El objetivo del bombardeo era destruir hasta los cimientos la población y, además, producir el mayor daño posible entre la población civil.  Como lo demuestra el número y tipo de bombas; el día elegido, día de mercado; y los ametrallamientos desde los cazas a la población civil que intentaba escapar del infierno de explosiones y fuego que habían producido los aviones alemanes e italianos. Decir otra cosa es ser un ignorante, o un mentiroso.

La excusa del «humo que impedía ver el objetivo (el puente)», está más allá el ridículo. Una excusa creada ante la repercusión internacional que tuvo el bombardeo, gracias a que los periodistas internacionales que se encontraban en Bilbao podían escribir sin censura y con libertad… y contaron lo que vieron. En otros lugares, la censura les hubiera impedido transmitir una verdad tan cruda.

Afirma que «un extremo de la ciudad» quedó totalmente destruido. Y se queda tan tranquilo. Si alguien quiere comprobar cómo quedó Gernika tras el bombardeo, sólo tiene que ver las fotos aéreas que realizó un avión italiano. O ver el mapa de daños que crearon los propios insurrectos para la reconstrucción de la Villa foral.

Mapa de los daños sufridos por Gernika (plano hecho por el gobierno franquista)
Mapa de los daños sufridos por Gernika (plano hecho por el gobierno franquista)

Luego el artículo comete un error de bulto que transpira muy mala voluntad. Los franquistas no entraron tres dias después en Gernika. Su entrada fue el 28 de abril, dos dias después. Por lo que la idea de que se pudo librar las calles para permitir el paso de las tropas vascas en retirada, va más allá del absurdo. Sólo hubo un día para hacer lo básico. Y lo básico era evacuar a los heridos y recuperar cuerpos. Aparte de que las tropas vascas en retirada se desplazaban, en su inmensa mayoría, a pie.

«Explica» la destrucción de una ciudad con los razonamientos de aquellos que luego destruyeron Europa, «destruir un objetivo concreto, como una via férrea o un puente, es difícil. Así que vamos a destruirlo todo». Ellos nos iban a destruir un puente, como lo demuestra el tipo de bombas que portaban. Repetimos lo evidente: iban a destruir una ciudad y a acabar con el máximo de civiles posibles.

Y a partir de aquí, ya vamos camino de una orgía de razonamientos franquistas.

Dice que la ciudad no estaba indefensa porque había dos batallones del Ejercito de Euzkadi. Como si eso fuera significativo. Es la lógica de los militaristas: todo vale.

Gernika era una ciudad indefensa, porque no tenia ni una batería antiaérea, ni había aviones aviones republicanos capaces de hacer ninguna defensa.Decir otra cosa es pensar igual que un criminal de guerra.

Por eso, sí fue un ataque terrorista. Como todo lo que hicieron los insurgentes y sus amigos alemanes e italianos. En Gernika había muchos más civiles que militares. Había escuelas, hospitales, un mercado, conventos,… En definitiva era una población civil… e indefensa.

Pone en duda la cifra de muertos dadas  por el Gobierno Vasco. Y por lo tanto también la de los testigos oculares como el corresponsal del Daily Express, Noel Monks,  que describe así lo que vio en Gernika la mañana del 27:

«Volví al pueblo ennegrecido al amanecer. Las llamas se habían apagado pero las ruinas ardían lentamente. Vi más de ochocientos cadáveres. Otros trescientos cadáveres no eran reconocibles como tales porque no eran cuerpos, eran solo manos, piernas, brazos, cabezas y pedazos de carne humana. Muchos cuerpos tenían heridas de bala, balas de las ametralladoras de los aviones»

«Hay algo en esta guerra que me pone los pelos de punta. ¿Podrás encontrarte en el mundo con un grupo de gente más agradable que estos vascos, amantes de sus casas, trabajadores, religiosos? Y están siendo aniquilados con la bendición del Papa. Me hace temblar por la humanidad»

Los franquistas eran unos delincuentes mentirosos, como lo demostraron siempre. El Gobierno Vasco no. Sus cifras son la únicas que deben ser tomadas en cuenta.

Porque eso de que en Gernika había 7.000 personas, es otra burda mentira. Había mucha más gente, heridos en los hospitales, refugiados, tropas en retirada, personas del entorno en día de mercad… En definitiva una población muy superior a la que marcaba el censo. Y luego, olvidémonos de los registros civiles. Hasta se llegó a alterar las fechas de las defunciones por parte de los franquistas, para que no coincidieran con los dias posteriores al ataque terrorista.

Hay una voluntad permanente de disminuir la importancia del bombardeo. Algunos para blanquear a los culpables. Otros, no sabemos, pero igual por tener su «minuto de gloria». Vaya usted a saber.

Si alguien quiere acercarse a lo que fue y significó el Bombardeo de Gernika, debe leer y escuchar a Xabier de Irujo. La mejor aportación científica a lo que fue este bombardeo.

Por cierto, los nazis no necesitaron a Gernika para crearse su fama de crueles asesinos. La necesitaron, como otras ciudades vascas, o españolas, para practicar y depurar lo que se le venía encima a Europa poco después. Pensar que hubo una «confabulación» entre periodistas británicos de periódicos conservadores y el Gobierno Vasco, en la noche del 26 de abril, para convertir Gernika en un elemento de propaganda, se encuentra a mitad de camino entre el delirio y la miseria moral.

El británico Chamberlain y el francés Deladier, no se arrugaron ante Hitler tras su invasión de Checoslovaquia porque temieran nuevos «Gernikas». Se arrugaron porque pensaban que así se iba a saciar el monstruo, sin que les afectara. Hicieron exactamente igual que los Aliados tras el final de la II Guerra Mundial en Europa: Franco ya no era un problema que les afectase a ellos. así que ¿Para qué esforzarse?. Los que combatieron con ellos contra el fascismo, ya no les eran útiles y les abandonaron.

Una recomendación a Dario Leone. Sabrá mucho de aviones, pero del Bombardeo de  Gernika no sabe nada. No debería olvidar que es mejor no hablar de lo que no se sabe. Por cierto, no comenta que también participaron aviones italianos en ese bombardeo. O que el Bombardeo de Durango fue obra de aviones italianos en exclusiva. Igual habría que recordarle también que la aviación fascista italiana usó, poco antes, la guerra química en Abisinia.

Solo nos queda recordar a aquellos que sufrieron el bombardeo. Y un año más pedir, para ellos y para todos los que fueron asesinados y aun siguen enterrados en las cunetas,

Verdad, Justicia y Reparación

Algo que nunca podrán encontrar en el artículo de The Aviation Geek Club.

Para todos los que quieran saber más sobre el Bombardeo de Gernika, pueden darse «una vuelta» por este articulo en el que recopilamos lo que hemos escrito sobre este trágico acontecimiento.

The Aviation Geek Club – 21/3/2020 -Italia

Here’s why the bombing of Guernica was Hitler’s greatest victory in the Spanish Civil War

When the Spanish Civil War broke out in 1936, the Luftwaffe was a new air force, having been established in secret and only officially formed in 1935. But it was rapidly expanding, and already in a position to help its ideological allies, Franco’s Nationalists. The Luftwaffe’s expeditionary force —the Legion Condor — launched the world’s first major airlift to bring Franco’s troops to Spain.

(Sigue) (Traducción automática)

 

Amaia Gabantxo. Video-poemas de poetas vascos traducidos al inglés (3 y 4) #BasqueVideoPoems

Amaia Gabantxo #BasqueVideoPoems (3y4)
Amaia Gabantxo #BasqueVideoPoems (3y4)

Hace unos días comentábamos como Amaia Gabantxo, se ha lanzado, en estos tiempos de confinamiento, a realizar un interesante proyecto artístico: convertir en video-poemas algunos de los poemas que se recogieron en el libro «Six Basque Poets» que se publicó en 2007 y que ella tradujo.

En la primera de las entregas sobre estos #BasqueVideoPoems, recogeremos dos de los seis vídeos que recogen las obras seis autores vascos contemporáneos: Bernardo Atxaga, Miren Agur Meabe, Joseba Sarrionaindia, Kirmen Uribe, Rikardo Arregi y Felipe Juaristi. A los que ha involucrado en su proyecto.

En ésta, incluimos la entrega tres y cuatro, que son presentadas así por la autora:

El tercer video-poema de la serie es «The Cuckoo». Un poema de Kirmen Uribe sobre el deseo fundamental del humano de controlar y organizar la naturaleza, y la habilidad de la naturaleza de hacer lo que le da la gana, a pesar de los pesares. Muy apropiado para esta pandemia, o para pensar en lo que nos ha llevado a esta pandemia. 

El cuarto video-poema de la serie es «Questions». Un poema de Miren Agur Meabe en el que la poeta reflexiona sobre los sueños incumplidos, las ideas abandonadas en el camino. Creo que muchos de nosotros nos estamos haciendo este tipo de preguntas durante este encierro forzoso.

Que los disfruten.

Y para los que estén interesados en comprar el libro de poesía, lo pueden hacer en:

ARC Publications

Amazon


The cuckoo – Kirmen Uribe


Questions – Miren Agur Meabe

Desde Toronto: Una guía de la Costa Vasca. Desde Donostia a Biarritz, sin cambiar de país

Saint Jean de Luz. Toronto Guardian
Saint Jean de Luz. Toronto Guardian

En verano del año pasado, Toronto Guardian publicaba un articulo, firmado por Julia Melcher, que es una auténtica maravilla. Se nos había «escapado» en aquel momento y nos lo hemos encontrado ahora. Nos parece perfecto compartirlo, como una forma de hacer una excursión virtual, en estos tiempos de confinamiento.

Ofrece a sus lectores un recorrido por una parte de la Costa Vasca que concentra una buena parte del glamour de esta parte de nuestro país. Es cierto que nosotros somos de los que defendemos que cualquier rincón de nuestra tierra podría satisfacer al enamorado de la gastronomía, de la naturaleza, del arte, de las tradiciones, o simplemente de poder acercarse a una de las culturas vivas mas antiguas de Europa que ha sido capaz de conservar sus esencias sin perder en «tren» de la modernidad. Pero también somos conscientes de que el tramo de nuestra costa que vas desde Donostia hasta Biarritz, ofrece un plus para aquellos a los que les encanta vivir un ambiente «cosmopolita».

Además, ese «Je ne sais quoi» que empapa este recorrido entre los dos centros balnearios de San Sebastian y Biarritz, no impide que el viajero, al menos al que tiene un interés que va más allá de lo evidente, se encuentre durante el trayecto con verdaderas joyas de la vida e historia tradicional vasca de las que disfrutar.

El artículo del Toronto Guardian tiene, para nosotros, otro valor especial. Su autora ha entendido que el Bidasoa, el rio que separa en su desembocadura la parte vasca bajo administración español de la que se encuentra bajo administración francesa, no es una «muga», no es una «frontera», sino que es, como mucho, un «punto y seguido» en la linea de nuestra Costa Vasca.

Como muy bien dice la autora en la «entradilla» del artículo:

«Basque Country is located in the western Pyrenees, where France borders Spain. The area is home to the Basque people, their language of Euskara, and their own culinary traditions. The area also boasts adorable towns, incredible beaches, and unique architecture. It isn’t like any other place in Spain or France.»
(«El País Vasco se encuentra en los Pirineos occidentales, donde Francia limita con España. El área es el hogar de los vascos, su idioma de euskara y sus propias tradiciones culinarias. El área también cuenta con pueblos adorables, playas increíbles y una arquitectura única. No es como cualquier otro lugar en España o Francia.»)

Esperemos que cuando volvamos a la normalidad, algunos lectores de este artículo se decidan a conocer nuestra patria.

Toronto Guardian – 13/8/2019 – Canadá

A Torontonian Guide to the Basque Region Where France Meets Spain

If you haven’t heard of Basque Country before, you’re going to want to google that right now. Basque Country is located in the western Pyrenees, where France borders Spain. The area is home to the Basque people, their language of Euskara, and their own culinary traditions. The area also boasts adorable towns, incredible beaches, and unique architecture. It isn’t like any other place in Spain or France.

(Sigue) (Traducción automática)

De interés para los “Grupos Vascos” en Facebook. Conferencias para los responsables de las comunidades

Conferencias sobre grupos de Facebook
Conferencias sobre grupos de Facebook

Ayer Facebook ofreció a toda la comunidad en castellano un evento en el que, a través de experiencias concretas, de éxito, podemos entender mejor cómo usar los “Grupos de Facebook” y cómo aprovechar sus potencialidades para crear comunidades más activas, operativas y que cumplan mejor con sus objetivos fundacionales.

Ayer pasamos un buen tiempo escuchando esas experiencias, consejos y hemos comprendido que se trata de una herramienta de una enorme potencialidad si somos capaces de usarla de forma provechosa.

Nosotros usamos una Página de Facebook para mantener el contracto con nuestros seguidores, que en estos momentos se acercan a los 40.000 y además con un alto nivel de interacción. Pero sabemos que hay una gran cantidad de comunidades de vascos en todo el mundo que usan este formato de Facebook para agruparse y compartir conocimientos y experiencias.

Lo administradores de estos grupos tienen en esta charla una buena guía para gestionar y potenciar estas comunidades. Incluso si lo que se comenta en ella es conocido por nosotros.

Porque oír lo que ya conocemos nos indica que estamos ciertos en nuestras percepciones y que nuestras experiencias son comunes a las de líderes en este campo.

Porque conocer métodos, modelos de gestión y descubrir cosas nuevas en experiencias de éxito, nos va a ayudar a mejorar la administración de los grupos. Lo que nos va a ayudar a hacer que esos grupos funcionen mejor y cumplan con su objetivo.

Los “Grupos de Facebook” que agrupan a vascos en el mundo por su ubicación, sus intereses o su origen, son unas magníficas herramientas que cada día pueden adquirir una mayor importancia para conectarnos e interrelacionarnos.

Los que quieran escuchar la jornada, lo pueden hacer aquí

Merece la pena incrementar nuestro conocimiento para gestionarlas mejor.

 

¿Qué tendrán en común la Trikitixa y la Taranta? Pregunta para la que no conocemos respuesta

Taranto Vs Trikitixa. ¿Hay alguna relación?
Taranto Vs Trikitixa. ¿Hay alguna relación?

Hace unos días, en uno de los artículos colgados en nuestra página de Facebook, en concreto en uno que hablaba de los lauburus que se pueden encontrar en las entradas de hacienda del siglo XVIII en el Yucatán, una de las participantes compartió un documental italiano que nos ha dejado profundamente sorprendidos.

El documental titulado «Salento La Terra Del Rimorso» y dirigido por el antropólogo italiano Ernesto de Martino, es en sí mismo una auténtica joya etnográfica. Grabado en 1959 en la comarca de Salento, el «tacón» de la bota italiana, está centrado en la «taranta» un ritual pagano, adoptado por la Iglesia católica a partir del siglo XVIII, basado en la música. La Taranta es también la música que se interpreta en ese ritual y con la que según la tradición, al menos  proveniente de tiempos medievales, se cura el tarantismo un fenómeno histérico convulsivo, presente en la antigua cultura popular del sur de Italia.

Al oír esta música, que es el eje de este sortilegio-cura, no hemos podido menos que recordar algunos temas tradicionales de nuestra Trikitixa. Al igual que en ésta, en la Taranta se utiliza el acordeón y la pandereta-pandero y podemos encontrar muchas similitudes en el ritmo y en las formas de cantar.

Es cierto que la teoría más aceptada explica que el acordeón diatónico a las tierras vascas llegó con los tuneleros italianos venidos a la construcción del «Ferrocarril del Norte» en en 1960. Este instrumento nació en Viena a principios del siglo XIX y se hizo rápidamente popular en la zona de los Alpes. La Enciclopedia Auñamendi, un referente indispensable para profundizar en la cultura vasca, tiene un amplio artículo, escrito por Rafael Aguirre Franco, dedicado a la Trikitixa, donde entre otras muchas cosas se habla de esta teoría.

La cuestión es que esta música tradicional del sur de Italia es, como resulta evidente, del otro extremo de la Península itálica. Lo que hace pensar que si existe alguna relación entre la Taranta y la Trikitixa, es porque entre aquellos tuneleros llegaron un buen número de emigrantes del sur de Italia que había ido a ganarse la vida al Norte trabajando en la construcción y mantenimiento de los ferrocarriles.

Todo eso es una pregunta basada en nuestra suposición de que existe una relación entre ambas músicas. Una relación no demostrada, ni basada en otra cosa que en lo que nos ha parecido una significativa similitud entre esta música tradicional de la Puglia y el estilo de alguna de las piezas tocadas por nuestros trikitilaris.

Tenemos una gran curiosidad por saber si existe, o no, alguna relación entre Taranta y Trikitixa. Así que agradeceremos que los que saben de estos temas no ayuden a descubrir esta historia, si es que la hay.

Les dejamos el documental «Salento La Terra Del Rimorso» y dirigido por el antropólogo italiano Ernesto de Martino. En todo caso, exista, o no, alguna relación esta obra es una maravilla.

El Racing Club del «hepta». Una hazaña argentina con sangre vasca

Foto histórica del Racing Club de Avellaneda
Foto histórica del Racing Club de Avellaneda

Nos han mandado desde Argentina (gracias por la pista) una historia de esas que está llena de simbolismo y de épica.

No hace falta explicar a nadie lo importante que son los equipos de futbol en Europa y en buena parte del Continente americano. Y en el ranking de los países donde la pasión del futbol es mayor, Argentina ocupa un lugar de honor. También saben nuestros lectores que no somos mucho de fútbol. Aunque cuando la historia que lleva acompañado este deporte nos interesa, no nos cuesta nada escribir de él.

Éste es uno de esos casos. Es una historia, «La Historia», de un equipo argentino que sobrepasa los 100 años de vida. Nos referimos al Racing Club de Avellaneda que con sede en esta población del gran Buenos Aires, fue fundado en 1903 y tiene un récord que nos parece muy difícil de igualar.

Como se dice en la información que referenciamos es «la mayor hazaña que haya conquistado en primera división cualquier club argentino, cualquiera del continente americano, cualquiera del hemisferio sur y cualquiera en el siglo XX de cualquier gran liga: consagrarse campeón siete años consecutivos, entre 1913 y 1919».

Eso es lo que hizo este club argentino, y lo que lo hace tan especial.

Pero ¿Por qué citamos en nuestro blog al equipo y a su hazaña? Porque el próximo día 23 de abril en la sede de este club, el periodista Edgardo Martolio va a presentar el libro «Racing Hepta», en el que recuerda ese hito alcanzado hace cien años.

Y como nos cuenta Javier Manes en el artículo que publica en la web de la Revista Noticias, en esta historia tuvieron un papel protagonista los vascos. Un protagonismo que no sólo brillaba en el campo de juego, sino también en todas las esferas de este club. Como recuerda el periodista, no es casualidad que en aquellos días, el segundo deporte esta entidad fuera la «pelota a paleta».

Nos encanta el final del artículo:
«el espíritu que envolvía a Racing en su paso firme, determinado, digno y esforzado respondía a una inteligencia y disciplina vascas. »

Vale, al final no podemos (ni queremos) esconder que cuando se habla tan bien de nuestros compatriotas, nos gusta y hasta nos emociona.

Ningún equipo vasco ha alcanzado, aún, esta hazaña. Pero no nos podemos olvidar que de los 20 equipos que juegan en la Liga, 5 son vascos. Es decir el 25% de la división de honor está copada por unos equipos que representan a menos de un 7% de la población del Reino. Tampoco está mal…

Zorionak al «Racing Hepta» y nuestros deseos de que sigan llenando de éxitos su brillante historia.

Noticias Perfil – 18/4/2020 -Argentina

Racing Club: hazaña con sangre Vasca

“Racing Hepta” conmemora los 100 años de un récord deportivo único, en el que mucho tuvieron que ver los inmigrantes de Euskadi.

(Sigue) (Traducción automática)