El 13 de enero de 2024 se celebró en Bilbao una manifestación que ya es una tradición, la organizada por Sare, una organización de la sociedad civil vasca, que reúne a personas de diferentes ideologías, y que tiene como objetivo fundacional que todos los presos, fugitivos y deportados vascos sean dueños de sus derechos humanos. En esta manifestación participó, en primera línea, la actriz vasca Itziar Ituño, muy conocida a nivel internacional.
Esto ha dado lugar a una situación de desamparo y de linchamiento que es incompatible con un estado democrático. Algo que no solo ha provenido de personas de poco conocimiento y muy mala leche, sino que ha sido alimentado y jaleado por medios de comunicación, asociaciones y partidos políticos.
Hemos tardado en recoger este asunto en nuestra web, porque hemos esperado a ver cómo se reflejaba este asunto en medios internacionales. Temíamos que, como es habitual, no se salieran del mensaje que más se ha repetido en el Reino de España, que defender los derechos de todos, incluido los delincuentes encarcelados por ser de ETA, es defender a los etarras.
Es clave entender un concepto muy importante antes de seguir hablando de lo que ha pasado en la manifestación de este año en relación con el acto y sus consecuencias.
Sare no defiende ni amnistías ni liberaciones extraordinarias de los presos de ETA. Lo que defiende es que estos presos tengan los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro recluso y que no estén sometidos a un estatus especial que les impida acogerse a los mismos beneficios penitenciarios que tiene cualquier otro preso, incluidos violadores, asesinos o narcotraficantes.
Se puede resumir las peticiones de esta organización, y de las manifestaciones que organiza en estos puntos recogidos en su propia web:
- El fin de la política de dispersión que permite la enajenación de los presos, convirtiéndolos en ciudadanos vascos. El mantenimiento de esta medida, que dura ya 25 años, no sólo causa sufrimiento a los presos, sino también a su entorno más inmediato, y acarrea graves consecuencias, incluida la muerte. La dispersión fue una medida política basada en la venganza. En esta nueva era, una nueva medida política debe poner fin a todo este sufrimiento.
- Liberación de presos con enfermedades graves. Liberación de presos mayores de 70 años y de aquellos que hayan cumplido 3/4 y 2/3 de su condena.
- Derogar leyes y situaciones que permitan penas de cadena perpetua y penas de prisión ampliadas. Como la “perpetuite” en el Estado francés y 40 años de prisión en el Estado español.
- El fin de las condiciones de aislamiento y reclusión en régimen de aislamiento que permiten destruir al preso como persona.
Estos derechos son de aplicación general para toda la población penitenciaria, menos para los presos de ETA que han visto cómo se impedía de forma reiterada acogerse o beneficiarse de los mismos.
En estos momentos, la dispersión de los presos de ETA ya no se produce y los condenados por terrorismo, o por colaboración con el terrorismo, cumplen sus condenas en cárceles del País Vasco. Pero siguen las trabas para poder acogerse a los beneficios penitenciarios por cumplimiento de una gran parte de la condena, por ser mayores de 70 años, o por enfermedad grave.
Esta actuación arbitraria e irrespetuosa con los derechos humanos, se suma a una actuación muy controvertida de la Audiencia Nacional, un tribunal excepcional (por no denominarle de excepción) cuya existencia, o al menos cuya operativa, colisiona directamente con el artículo 24 de la actual Constitución Española. Solo desde la existencia de este tribunal, que muchas veces ha funcionado y funciona como un auténtico «comando autónomo», se pueden entender actuaciones como la imputación de «colaborador del terrorismo», realizada por Fernando Grande-Marlaska (antes juez en ese tribunal y ahora ministro de interior) contra Gorka Agirre; o la clausura temporal y el embargo preventivo de todos los bienes de Egunkaria, por formar presuntamente parte del conglomerado empresarial controlado por ETA (que acabó en un cierre definitivo) por parte del juez, también de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo.
Es para denunciar, y revertir, esta situación contraria a los derechos humanos, para lo que se organiza Sare y por lo que se convocó la manifestación del pasado 13 de enero donde participó Itziar Ituño.
Una participación que le ha salido muy cara. Aunque nos da la impresión de que es un costo que la actriz, muy comprometida en cuestiones sociales, asume como peaje para no renunciar a sus principios y a su capacidad de expresarlos con libertad.
Aparte del linchamiento que ha sufrido en redes sociales y medios de comunicación, su decisión ha tenido consecuencias económicas. Dos empresas, Iberia y BMW Lurauto. La primera indicó « que no volverán a contratar a la actriz para futuras campañas publicitarias» y la segunda afirmó, en lo que parece un titular de «El Mundo Today» que no quiere relacionarse «con ninguna ideología política».
Estamos ante un ejemplo de libro de la llamada Cultura de la Cancelación, que está definida con mucha claridad en Wikipedia:
La cultura de la cancelación (de su original en inglés: cancel culture) es un neologismo que designa a un cierto fenómeno extendido de retirar el apoyo, ya sea moral, como financiero, digital e incluso social, a aquellas personas u organizaciones que se consideran inadmisibles, ello como consecuencia de determinados comentarios o acciones, independientemente de la veracidad o falsedad de estos, o porque esas personas o instituciones transgreden ciertas expectativas que sobre ellas había. Se ha definido como «un llamado a boicotear a alguien –usualmente una celebridad– que ha compartido una opinión cuestionable o impopular en las redes sociales»
Resulta curioso que la propia Wikipedia cite como origen de este comportamiento las primeras fases de la Alemania nazi hacia los judíos y quienes no participaban del nacionalsocialismo. Sin duda podría haberse ido más atrás en el tiempo. Por ejemplo, a la política seguida por el Partido Comunista de la Unión Soviética con los que consideraba disidentes, o a cualquier régimen dictatorial, incluidas las monarquías absolutas de las que tanto hemos «disfrutado» en Europa.
También, por qué no, podríamos referirnos a la que vivimos los vascos primero con el dictador Franco. A lo que vivimos luego con las políticas de excepción aplicadas por su dictadura primero y por los gobiernos democráticos tras su muerte y a las que se sumaban las aplicadas por ETA y su red de apoyos a lo largo de muchos, demasiados, años.
Porque ese es el problema de las democracias de baja calidad, como la que aún vivimos. Se considera que los derechos humanos, por ejemplo, el de la libertad de expresión, solo son válidos para los que se piensan como nosotros.
Siempre que pasan estas cosas, sentimos que una parte significativa de la sociedad en la que nos toca vivir está muy cerca de la que estaba al frente de la Argentina de la dictadura cívico-militar que se impuso entre 1976 y 1983 y que ante la acusación de organismos internaciones de que con aquel gobierno no se respetaba los derechos humanos, contestaban que los «argentinos somos derechos y humanos».
Defender los derechos humanos de un delincuente no significa estar a favor del delincuente. Es estar a favor de la democracia y de la justicia. No debe haber excepciones en ese campo, porque si las hay, se entra en una espiral de arbitrariedad que nunca se sabe dónde acaba. Los funcionarios de justicia, en especial jueces y fiscales, deberían tener una sensibilidad especial ante esos temas. Igual que los funcionarios de prisiones. Pero la experiencia de los últimos 40 años nos dice que, en demasiadas ocasiones, no es así.
Ese «es aceptable, mientras sea lo que pienso yo», queda muy claro cuando analizamos otras declaraciones de la actriz vasca.
Hace poco más de un año, en marzo de 2022, Itizar Ituño grababa un pequeño vídeo en el que mandaba un mensaje de solidaridad con las mujeres de Rojhilat e Irán. En él, decía el lema Jin, Jiyan, Azadi (kurdo) y Emakumea, Bizitza, Askatasuna (euskera). Es decir, Mujeres, Vida, Libertad.
Un eslogan político popular kurdo utilizado tanto en el movimiento de independencia kurdo como en el de autonomía kurda, que centra la libertad y el autogobierno de las mujeres como uno de los principales pilares de su estructura social.
Todos pensamos, incluidos los que ahora la critican o los que han rescindido sus contratos, que esa posición de defensa de los derechos humanos era algo inatacable, que le honraba. Es más, si hubiesen leído los comentarios de los políticos, integristas y medios de comunicación afines de Irán, se habrían indignado porque sus críticas, feroces, solo son un indicador de la falta de libertad y de la dictadura que existe en aquel país.
Eso sí, no son capaces de entender que las críticas de los radicales iraníes contra este mensaje de Ituño y la que han mantenido ellos contra su defensa de derechos humanos para todos, beben de las mismas fuentes, la de la falta de respeto a los demás y la del integrismo.
Estamos seguros de que ninguna empresa dejará de contratar a un tenista como Rafa Nadal, a pesar de que ha firmado un contrato con un país como Arabia Saudí, donde los derechos humanos y la libertad brillan por su ausencia. Eso no es un problema, después de todos los países del Golfo son aliados tradicionales de la Corona española. Debe ser cosa de golfos.
Por suerte, menos mal, también han sido muchas, y en la mayoría de los casos de un mayor peso intelectual, las voces que se han alzado para defender el derecho de esta actriz vasca a opinar y a actuar como lo hace.
Les dejamos algunos ejemplos de cómo se ha tratado este asunto en diferentes medios y un artículo muy interesante, firmado por un grupo de juristas en el que analizan lo ocurrido desde un punto de vista diferente, pero interesante. El del derecho de cualquier persona a que su trabajo no dependa de sus convicciones, ni de haber hecho uso de su derecho a la libertad de expresión.
Una historia vasca sobre la discriminación en el empleo por razón de convicciones
(Erabakizaleak / juristas por el derecho a decidir)
CM-TV – 17/1/2024 – Portugal
Atriz de ‘La Casa de Papel’ perde patrocínios por defender libertação de presos da ETA
Itziar Ituño, atriz da série ‘La Casa de Papel’, perdeu o patrocínio da concessionária BMW Lurauto, após participar num protesto em defesa da libertação dos presos da ETA.
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El Tiempo – 17/1/2024 – Colombia
En líos actriz de ‘Berlín’ y ‘La casa de papel’ por marcha en apoyo a presos de ETA
La reconocida actriz Itziar Ituño, famosa por sus papeles en series como ‘Berlín’ y ‘La Casa de Papel‘, se encuentra en el centro de una controversia que ha provocado que marcas como BMW e Iberia tomen medidas en su contra.
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El Tiempo – 16/1/2024 – Colombia
En líos actriz de ‘Berlín’ y ‘La casa de papel’ por marcha en apoyo a presos de ETA
La reconocida actriz Itziar Ituño, famosa por sus papeles en series como ‘Berlín’ y ‘La Casa de Papel‘, se encuentra en el centro de una controversia que ha provocado que marcas como BMW e Iberia tomen medidas en su contra.
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Mercado Negro – 19/1/2024 – Perú
En líos actriz de ‘Berlín’ y ‘La casa de papel’ por marcha en apoyo a presos de ETA
La reconocida actriz Itziar Ituño, famosa por sus papeles en series como ‘Berlín’ y ‘La Casa de Papel‘, se encuentra en el centro de una controversia que ha provocado que marcas como BMW e Iberia tomen medidas en su contra.
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La Nación – 16/1/2024 – Chile
ACTRIZ DE “LA CASA DE PAPEL” GENERA POLÉMICA LUEGO DE PARTICIPAR EN MANIFESTACIÓN POR PRESOS DE LA ETA
Itziar Ituño, quien interpreta a la inspectora Raquel Murillo en la popular serie de Netflix, lideró una marcha realizada en Bilbao, situación que provocó consecuencias, ya que al menos dos marcas decidieron vetarla.
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Emol – 16/1/2024 – Chile
Polémica por participación de actriz de “La Casa de Papel” en manifestación por presos de ETA
La actriz Itziar Ituño, quien interpreta a la inspectora Raquel Murillo en la serie de Netflix “La Casa de Papel”, se encuentra en el foco de una polémica luego de participar en una manifestación en favor de la libertad de los presos de ETA.
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UOL – 16/1/2024 – Brasil
De volta em ‘Berlim’, atriz de ‘La Casa de Papel’ apoiou grupo separatista
Itziar Ituño, 49, atriz de “La Casa de Papel”, retorna com a personagem Raquel Murillo para “Berlim”, spin-off da série de sucesso internacional. Ela causou polêmica na Espanha após apoiar um grupo separatista.
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