Tal día como hoy de 1681 se firma el acta notarial que da carta de existencia a la Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de México, que luego se transformaría en cofradía.
Nuestros lectores habituales saben bien del interés que tenemos en este blog por este modelo de organización. Las hermandades y cofradías se crearon por los «miembros de la nación vascongada» (es decir alaveses, bizkainos, gipuzkoanos y navarros) que habitaban en la América colonial (y Filipinas) con un claro objetivo: atender y socorrer, en lo espiritual y lo material, a los compatriotas que vivían o llegaban a su área de actuación e influencia.
Una red vasca en América
Pero su actuación sobrepasaba, con creces lo local. Formaron una red, apoyada en todas estas instituciones, daba cobertura a compatriotas que, por razones de comerciales profesionales o de necesidad, se iban desplazando a lo largo del Continente. Una red de apoyo y socorro mutuo, también conectada con los grupos vascos en la Corte y con el propio País. Convirtiéndose en una magnífica representación de la mentalidad colaborativa y de grupo, y en una de las razones que explica el extraordinario éxito en América de un grupo tan minoritario como el vasco.
Incluso se puede decir que fue en esas colonias donde los vascos peninsulares (y los continentales que se camuflaron entre ellos) sintieron por primera vez que pertenecían a una comunidad diferenciada, reconociéndose entre ellos como iguales.
De todas las que se crearon hay tres que formaron una especie de «espina dorsal» de esta estructura. Nos referimos a las de Lima, México y Santiago de Chile.
Hemos hablado en numerosas ocasiones de la primera de ellas: la Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima (1612). Hemos hablado de ella y tenemos con ella, desde hace tiempo, una especie de «acuerdo estratégico» que se extiende a la Euzko Etxea que ha nacido de su impulso: Limako Arantzazu Euzko Etxea.
La Cofradía de Aránzazu de México y su huella que llega al presente
Pero nos toca hablar de la de México, porque hoy se conmemoran los 340 años de su nacimiento oficial. La decisión de crearla se tomó unos meses antes, el 4 de abril de 1681.
De todas las cofradías y hermandades ésta, la de México, es la que ha dejado una huella capaz de mantenerse viva en la actualidad en su país de acogida. Nos referimos al Colegio de San Ignacio de Loyola – Vizcaínas del que también hemos hablado en varias ocasiones.
Esta Cofradía, al impulsar en 1732 la creación de este colegio, puso en marcha una institución que es una referencia y que se ha convertido en una de las más evidentes e importantes huellas de la gran labor social que los vascos realizaron en América durante siglos.
Aquellos vascos en México demostraron con la creación de esta institución una visión y una sensibilidad extraordinaria. Lo que unido a la estructura jurídica y organizativa impecable y de referencia que crearon para su gestión, ha permitido que este centro educativo sobreviva a todos los embates de la historia y que hoy día, en pleno siglo XXI, sea una realidad pujante.
Da la casualidad, además, que en el ya inminente año de 2022 se conmemoran los 290 años de la toma de la decisión, en 1732, por parte de los miembros de la Cofradía de poner en marcha este proyecto. Un proyecto que se retraso unos años en ver la luz, y no por falta de diligencia por parte de sus impulsores. Fueron las dificultades que se pusieron desde las instituciones eclesiásticas en México, que se resistían a que se fundara un colegio que no estuviera bajo su control y supervisión. Eso llevó a que se tuviera que esperar a 1767 para que las puertas del colegio se abrieran.
Aquella decisión de crear una fundación con funcionamiento autónomo que creó la dificultad inicial, y que tantos quebraderos de cabeza dio a los impulsores del proyecto, fue la que garantizó su supervivencia: hacer que el colegio estuviera fuera del control de autoridades civiles y eclesiásticas ha sido lo que ha permitido su supervivencia.
Los elementos de nuestro homenaje
Con motivo de esta efeméride, la Asociación Euskadi Munduan (que impulsa este blog), Limako Arantzazu Euzko Etxea, la Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima, y el Fondo Editorial de la Revista Oiga ponen en marcha un proyecto que se suma al que estamos desarrollando en tono al bicentenario de las independencias americanas.
Lo empezamos hoy, el aniversario de la Cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu de México, y se irá desarrollando a lo largo de los próximos meses.
En esta primera entrega vamos a compartir tres videos que desde nuestro punto de vista tienen un gran valor.
Hoy, tanto desde su Archivo Histórico, dirigido por la doctora Ana Rita Valero, como desde el del Museo de las Vizcaínas, dirigido por la doctora Lizzeth Armenta, recuerdan y mantienen viva la memoria del legado de esos vascos.
Saludos desde Chile
Dos de ellos (que hemos unido) vienen desde la Euzko Etxea de Santiago de Chile: un saludo de su presidente a los vascos de México y un video donde su coral canta el Agur Jaunak, a modo de respetuoso saludo.
Como ya hemos contado en más ocasiones, hay una fuerte relación entre esta Euzko Etxea y la de Lima. Ellos participaron de una forma muy activa en los actos de celebración de los 400 años del nacimiento de la Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima. Lo hicieron no solo con su respaldo, sino cediendo elementos de gran importancia y simbolismo: un retoño de roble proveniente del Árbol de Gernika, que fue plantado el Lima, o la cesión de una ikurriña que presidió, junto a la bandera de la República de Perú, todos los actos de la conmemoración.
Por todo ello nos ha parecido necesario que en este saludo y homenaje a los vascos de México tuvieran un papel protagonista. Además, pensamos que es necesario hacer renacer ese eje vasco Santiago -Lima – México (o viceversa) para que vuelva a vertebrar una pujante red de vascos en América.
Nuestra aportación desde Euzkadi y Lima
Desde Euzkadi y desde Lima hemos preparado un video en el que presentamos una versión de la melodía escondida en el manto de la Virgen de Guadalupe que ha sido grabada a los pies de la Andra Mari de Arantzazu en el santuario gipuzkoano. La melodía ha sido interpretada por la arpista de la orquesta Sinfónica de Bilbao, Marion Desjacques.
En ese vídeo también presentamos las relaciones que hay entre ambas advocaciones de la Virgen y la importancia que para los vascos de México tuvieron ambas.
Queremos agradecer también aquí la amabilidad de la Comunidad Franciscana de Aranzazu que nos dio todo tipo de facilidades para realizar esta grabación, que se hizo el 29 de mayo de este año y que fue recogida por la periodista Maite Redondo en los diarios del Grupo Noticias.
Una historia que hay que conocer
Acabamos casi como empezamos, recordando la importancia que, desde nuestro punto de vista, tiene la historia de las hermandades y cofradías vascas en América. Por ello a lo largo de los próximos meses iremos incorporando a nuestro blog una serie de artículos y reflexiones sobre las mismas que forman parte de la publicación que con motivo de los 400 años de su fundación recogió la Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima y en las que expertos en la materia analizan esta extraordinaria historia de vascos.
A esta recopilación de artículos iremos sumando otros centrados en México. Artículos referidos tanto a la Cofradía que los vascos crearon en aquella ciudad, como a su principal y más longeva obra: el Colegio de las Vizcaínas.
Se trata de una historia apasionante, la de los vascos en América, que ha dejado una huella profunda e indeleble que se proyecta hasta nuestros días.
Foto de cabecera: Atrio convento de San Francisco México, donde estaba la capilla de la Cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu de México
La serie Aniversario de la Cofradia de Aranzazu de México, en un proyecto de La Asociación Euskadi Munduan, Limako Arantzazu Euzko Etxea, la Hermandad de Nuestra Señora de Aránzazu de Lima, y el Fondo Editorial de la Revista Oiga.
Last Updated on Sep 29, 2024 by About Basque Country