Desde la presentación, en febrero de 2016, del Basque Culinary World Prize este blog se ha mostrado como un feroz defensor de su existencia. Las razones para que nos posicionemos así son múltiples: transmite nuestros mejores valores: difunde la mejor imagen de lo vasco en el mundo; sirve para reforzar nuestra imagen como «The Culinary Nation»; ayuda a incrementar el prestigio global de ese gran proyecto que es el Basque Culinary Center; Une un premio de ese perfil (definido por muchos como el «Premio Nobel de la Gastronomía») al término «Basque», con todo lo positivo que esto genera…
Son muchas las razones para defender la pertinencia de la creación de este premio. Pero todas ellas se podrían resumir, creemos, en que representa dos de los aspectos que los vascos consideramos como algunos de nuestros mejores valores como sociedad: nuestro compromiso solidario y el nivel de referencia global de nuestra gastronomía. Además, claro está de su poder para proyectar a nivel internacional nuestra mejor imagen como comunidad nacional.
Para entender todo esto es bueno leer el artículo publicado por la periodista gastronómica, y mucho más, Aylin Öney Tan, en el periódico turco en inglés Hurriyet Daily News. De esta periodista ya tenemos una referencia en nuestro blog (publicada en el mismo periódico que referenciamos hoy) sobre un artículo en el que habla de su visita Bilbao y en el que se nota que, también, es arquitecta.
En él artículo que hoy recogemos, se perfila la biografía solidaria de la chef premiada este año, Ebru Baybara Demir, que se extiende a más de 25 años de compromiso social a través del apoyo a las personas más vulnerables (sobre todo mujeres), con la gastronomía de calidad como herramienta de cambio social.
El mundo está lleno de personas buenas que hacen cosas buenas, muchas de ellas de gran calado y eficacia práctica. Nadie sabe muy bien por qué, es ironía, estas iniciativas no aparecerán nunca en la sección de internacional de los medios de comunicación. 25 años de trabajo extraordinario deben valer menos que la acción de un desequilibrado, o de un «iluminado» que en una calle turca, o de cualquier lugar del mundo, asesina a dos personas. Vivimos en un mundo en el que los medios de comunicación «premian» y difunden la maldad y esconden, o minimizan, la labor de los que hacen cada día y en todos los rincones del mundo actos extraordinarios. Puede que por eso nos estamos convirtiendo en sociedades enfermas de temor y miedo.
El Basque Culinary World Prize pone, ayuda a poner (aunque sea por un tiempo), el foco en lo mejor de las mejores personas (en este caso en el mundo de la gastronomía) y, además, aporta recursos para que esos proyectos sigan adelante.
Por otro lado, y desde un punto de vista de «marketing de país», podemos ver cómo la palabra «Basque» aparece unida a esas buenas prácticas. Lo que ayuda a recomponer nuestra imagen como sociedad, tantos años desgastada por la violencia de unos y el interés de otros de convertir, esa violencia de unos pocos, en la principal seña de identidad de nuestra sociedad. En lo que nos parece una especie de castigo por el «empecinamiento» de la mayoría de los vascos de sentirse, sobre todo, vascos.
El artículo de Aylin Öney Tan nos muestra todo esto. Nos ha gustado saber más de la inmensa labor de Ebru Baybara Demir y nos ha gustado ver como este reconocimiento vasco a su labor, se identifica con precisión como un asunto «vasco».
Hurriyet Daily News – 19/6/2023 – Turquía
A long path, a quarter-century of effort
June 7 was a big day for Turkish Chef Ebru Baybara Demir who has won this year’s Basque Culinary World Prize. When she had a zoom call with the jury, she was with her team, and she thought she was to be scrutinized on the documents she had previously presented for review. Instead, the call was to declare that she had won this year’s prize. She was ecstatic, jumping like a child, with all her close supporters around her breaking into tears.
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Last Updated on Jun 19, 2023 by About Basque Country