El 25 de septiembre de 1923 nacía el periodista y escritor vasco-americano Robert Laxalt. Hemos hablado de él en alguna ocasión, prestando una atención especial al extraordinario artículo de 37 páginas que publicó en agosto de 1968 en la revista National Geographic. Lo tituló Land of the Ancient Basques, y contaba con una magnífica selección de fotografías de William Albert Allard.
Hoy, a seis meses de la conmemoración del centenario de su nacimiento hablamos de él gracias a dos artículos dedicados a su figura. El primero de Reno Gazette Journal, firmado por Ray Hagar. El segundo publicado por The Nevada Independent, firmado John L. Smith. En ambos se habla de la importancia de este escritor y de los actos de su centenario.
Este autor, el decano de los escritores vascos en los USA, publicó su primera obra en 1957. Sweet Promised Land (Dulce Tierra Prometida) el esbelto y perfecto libro en el que usando las habilidades que perfeccionó como periodista, presentó a los estadounidenses una cultura vasca rica pero desconocida, y a menudo difamada, y la insertó en el mosaico de inmigrantes de la nación.
Lo hizo contando la historia de su aita, Dominique Laxalt nacido en 1887 en Atharratze (Zuberoa), y que emigró en 1906 para «hacer las Américas». Allí se casó en 1921 con Therese Alpetche nacida en Baigorri (Baja Navarra). Robert fue el segundo de sus hijos.
El libro, además de narrar la historia de su aita en los USA, relata el viaje que padre e hijo hicieron en 1953 a Zuberoa y Baja Navarra, en lo que fue el primer encuentro del autor con la tierra de sus mayores. El propio Robert Laxalt describe su experiencia así:
«Cuando fui con mi padre por primera vez a Euskal Herria, me enamoré de aquella tierra. No podía imaginar que alguien fuese capaz de emigrar y abandonar aquella tierra tan hermosa. Entonces no me daba cuenta de que en el pasado muchos vascos vivían en la pobreza y tenían muy pocas oportunidades de ser propietarios de la tierra. La verdad es que cuando llegué allí, me quedé totalmente extasiado. Yo había crecido en el desierto y me resultaba difícil de imaginar tanta belleza. Además, sentía de algún modo que Euskal Herria había estado siempre en algún lugar de mi memoria. Me sentía plenamente identificado con aquella tierra y sus gentes, personas encantadoras, recias y francas»
La importancia de este libro para la comunidad vasca y su imagen en la sociedad de los USA lo explica el profesor de literatura norteamericana de la UPV/EHU, David Rio Raigadas, en el prologo de la edición en castellano de este libro:
«Aunque Laxalt, hijo de un pastor de Zuberoa emigrado a los EE.UU. a principios de siglo, no se ve a sí mismo como el fundador de un género y rechaza los intentos de aquéllos que quieren clasificarlo como escritor étnico o regional, no se puede obviar su decisivo papel en el fin de la invisibilidad literaria, e incluso social, de la diáspora vasca en los Estados Unidos. En efecto, Laxalt con Dulce tierra prometida. Un pastor vasco en el Oeste americano (Sweet Promised Land en su versión original de 1957) no sólo consiguió que las experiencias de los vascos de aquel país tuviesen por primera vez un reflejo literario significativo, sino que logró reivindicar ante los ojos de la sociedad norteamericana la figura del pastor vasco en aquellas tierras. De hecho, los vascos para muchos norteamericanos eran un grupo étnico prácticamente desconocido, al que con cierta frecuencia se acusaba de usurpar la tierra por su dedicación mayoritaria al pastoreo itinerante.
El libro, en castellano (con traducción de página de Amazon.
, fue publicado por Ttarttalo y se puede conseguir en versión digital en laPero no solo como escritor el papel de este Laxalt fue clave para el posicionamiento de la cultura vasca en aquel país. También desde la Universidad de Reno, donde tuvo un papel principal, impulsó el conocimiento e investigación de las vascos en aquella parte de los USA. Como también explica David Rio Raigadas, en el prologo de la edición en castellano de este libro:
Otro acontecimiento fundamental en el resurgir de la cultura vasca en Norteamérica en el que Laxalt desempeñó un papel relevante fue la creación en 1967 del Programa de Estudios Vascos por parte del Instituto de Estudios de Zonas Áridas (una de las divisiones por aquel entonces del sistema universitario de Nevada). De hecho, Laxalt, junto a William A. Douglass y Jon Bilbao, fue uno de los fundadores de dicho programa. El origen concreto del mismo se remonta a 1960-1961 cuando, a propuesta de tres destacados antropólogos (Robert Heizer, Omer Stewart y Fred Eggan) procedentes de distintas universidades norteamericanas, el Instituto de Estudios de Zonas Áridas decidió poner en marcha un programa de estudios vascos dentro del centro, basándose en la idea de que la figura del pastor vasco representaba un elemento destacado en la historia del Oeste americano.
Antes de compartir los artículos nos gustaría resaltar dos curiosidades:
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- 2023 es el año del centenario del nacimiento de dos grandes periodistas vasco-americanos. Nacieron con una diferencia de 20 días en América, pero a una distancia de más de 7.000 km. el uno del otro. El primero es Robert «Bob» Laxalt. El segundo es Francisco «Paco» Igartua, del que hemos hablado en numerosas ocasiones y que nació en Huarochirí (en el interior de la provincia de Lima) el 5 de septiembre de ese mismo año.
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- En 1998 el lehendakari Ardanza se reunía con Ronald Reagan, para enfado de las autoridades españolas. Esta reunión fue gestionada por el hermano pequeño de Robert Laxalt, Paul Laxalt. El ex-gobernador de Nevada, Senador de los USA, e íntimo amigo personal de Reagan. Con eso se mantenía la «tradición« de los Laxalt de «molestar» con su compromiso con los vascos a las autoridades que en cada momento gobernaban en Madrid. Ya lo había hecho en 1968 Robert Laxalt con el artículo sobre los vascos publicado en National Geographic del que hablábamos antes, y que causó un profundo malestar a las autoridades franquistas.
Compartimos ambos artículos
Reno Gazette Journal – 3/3/2023 – USA
Robert Laxalt: remembering one of Nevada’s greatest authors, journalists
Robert Laxalt was born in 1923 into a sheepherder’s family, and his father’s home was the hills of Nevada. From this humble beginning, Laxalt rose to be a giant of American literature, considered to be among Nevada’s “Holy Trinity” of authors, standing with Mark Twain and Walter Van Tilburg Clark.
(Sigue) (Traducción automática)
The Nevada Independent – 19/3/2023 – USA
Nevada writer Laxalt’s literary legacy shines at centennial celebration
In the state’s hallowed trinity of celebrated literary figures, Robert Laxalt’s mark on Nevada letters seems the most improbable. A young Sam Clemens, smart-alecky younger brother of the secretary of Nevada Territory, spent a formative but brief stint in Virginia City as an inventive cub reporter for the Territorial Enterprise. He added the pen name Mark Twain and moved on to great acclaim as, “the Lincoln of our literature.” Twain enjoyed his Nevada sojourn so much that he set foot in the state just twice more.
Last Updated on Mar 20, 2023 by About Basque Country