Hay artículos en este blog en los que las huellas de los vascos se cruzan hasta convertirse en una especie de pequeño ejemplo de lo que ha sido la intrincada, compleja y «poligonal» historia de los vascos en el mundo.
Una de ellas es la que nos trae la web WyoFile a través de un artículo de Michael Shay que nos habla del último libro publicado por David Romtvedt. Una historia que entra de ello en ese complejo y hermoso mundo de conexiones, del amor que la cultura genera entre muchos de los que se acercan a ella, y del compromiso por defenderla que nace en ellos.
Es la historia de los poemas de un vasco, el bardo Iparraguirre, que fueron escritos en el siglo XIX, en un momento muy complicado en la historia de los vascos, y que cuya traducción al inglés acaba de ver la luz, por primera vez, en Reno (Nevada), recogidos en un libro publicado por el Center for Basque Studies de la Universidad de aquel estado de los USA.
Como comenta, con gran acierto, el músico vasco-norteamericano Dan Ansotegui, «Es impresionante que una figura tan central de la historia cultural y literaria vasca como Joxe Mari Iparragirre nunca se haya publicado en inglés».
Por suerte este vacío se ha solucionado gracias al servicio de publicaciones de este Centro de Estudios Vascos y al trabajo del poeta de Wyoming David Romtvedt que ha llevado la obra Iparraguirre del euskera al inglés.
Viendo la historia vital de David Romtvedt, parecería que estaba «condenado» a vivir una vida en la que «lo vasco» jugara un papel importante. Él nació en Oregón, un estado con una importante presencia vasca; desde joven vivió en Arizona, que es otro estado de los USA donde los vascos han dejado, y dejan su huella; y su vida adulta se ha desarrollado en Wyoming, donde se produce la misma importante presencia de vascos donde incluso la Ikurriña es la base de la bandera de uno de sus condados, el Condado de Johnson, y cuya capital es Buffalo, donde vive el poeta y traductor.
No hay duda que su vida se ha desarrollado de forma que tenía muchas posibilidades de encontrarse con la cultura vasca en los USA. Pero ese encuentro fue mucho más allá de lo cultural, se casó con Margo Brown, miembro de una gran familia de vascos de Big Horn Mountain. Y todos sabemos del poder estructurador que tienen las mujeres vascas, de su capacidad de organizar y reforzar la familia. Muchas veces hemos escrito que las mujeres vascas son la auténtica argamasa de la comunidad vasca, y que ellas son las auténticas responsables de la conservación de la cultura vasca y, con seguridad, de la supervivencia de la nación.
Y eso lo ha vivido David Romtvedt de primera mano. cuando hemos leído esta noticia y su historia, nos hemos acordado al momento de Pat Bieter, el católico alemán de Milwaukee, que tras casarse con una vasca se convirtió en uno de los puntales de la comunidad y de la cultura vasca en Boise.
Para entender lo que decimos no ha más que pensar que David Romtvedt aprendió euskera, se empapó de la cultura de la nación de su esposa, y, sin duda, entro a formar parte por derecho propio de esa comunidad. Él ya no es un «amigo de los vascos», él es un vasco.
Basta con repasar sus libros, o repasar los vídeos de su canal de YouTube donde le podremos escuchar cantando en euskera.
Un poeta trotamundos del oeste de los USA que bien entrado el siglo XXI traduce al inglés la poesía que un bardo vasco, también trotamundos, escribió para hablar de su país y de su cultura, en unos tiempos aciagos para los vascos.
Porque no consideramos que el título que se le puede poner a Iparraguirre es el de «monárquico». Él era un defensor de las Libertades Vascas, unas libertades que superaban, con mucho, los estándares de la época. Él apoyaba a un pretendiente, porque prometía respetar esas libertades, Los Fueros. Y perdió el pretendiente la corona, cosa poco importante, porque la otra pretendienta, Isabel II, la consiguió. Lo que sí es importante es que esa victoria Isabelina marcó el principio de la abolición de esas libertades milenarias de los vascos.
Iparraguirre vivió en una época en la que los vascos aun no habían entendido que poco, o nada, podían esperar de aquella monarquía, fuera quien fuera el gobernante. Porque él murió pocos años antes de que dos hermanos, los hermanos Arana comprendieran que el futuro de los vascos pasaba por constituirse en una nación soberana. Fue Sabino Arana el que desarrolló las bases del movimiento para la soberanía de los vascos, definiendo a Euzkadi como la patria de los vascos. Un país soberano que debería tomar la forma de una república confederal que uniera, como hermanos libres e iguales, a todos los territorios vascos, hasta ahora administrados por Francia y España. Eso no lo vio, ni lo vivió Iparraguirre, pero en su amor por su país y en su sufrimiento por la libertad perdida, la semilla estaba germinando.
Por todo eso no nos extraña que Iparraguirre acabara en las barricadas del París del 48. Porque él no luchaba por una monarquía, luchaba por los derechos de su pueblo. Y eso hace que sea sensible a los derechos de todos los pueblos.
Por último, nos gusta, y mucho, las dos puntualizaciones que hace el propio poeta, al artículo, magnifico por otra parte, de
Una gran historia la que nos trae el artículo de WyoFile. Y un gran trabajo el de David Romtvedt y el del Centro de Estudios Vascos de Nevada.
WyoFile – 30/4/2021 – USA
Exploring the roots of Basque poetry from a Wyoming perspective
The tree of Gernika is no metaphor but a real tree – or series of trees – grown over the centuries in the town of Gernika in northern Spain, known to most of the world as Guernica. The tree represents the centuries-old traditions of the Basques. You may know Guernica from Pablo Picasso’s haunting 1937 painting of the same name. Picasso’s inspiration was the fascist terror-bombing of Madrid during the Spanish Civil War.
(Sigue) (Traducción automática)
Web de David Romtvedt (Traducción automática)
Last Updated on Jul 20, 2021 by About Basque Country