Blanca Aldanondo Otamendi (fotógrafa)
Reportera gráfica en diversos medios de comunicación desde 1987. Desde 2007 es fotógrafa de Diario de Navarra en la delegación de Tudela y Ribera. En 2012 recibió el Premio Teobaldo a la mejor fotografía de prensa.
Diego Carasusán Cermeño (periodista)
Periodista de Diario de Navarra desde 1998, año en el que comenzó su trayectoria como redactor en la delegación de Tudela y Ribera. Autor del libro ‘Txapeldunak!’, dedicado al 25 aniversario del primer título de Liga de la Real Sociedad de Fútbol.
En este blog nos hemos acercado en numerosas ocasiones a la Ribera de Navarra y en concreto a Tudela. Lo hemos hecho para compartir algunas entregas de nuestra sección Puntos de Vista, al hablar de las Bardenas Reales, o de nuestra visita a Tudela.
Como siempre explicamos la causa de nuestro primer acercamiento, como blog, a esa parte de nuestro país fue «culpa» de Santi Lorente, creador de unas rutas turísticas por esta ciudad navarra y por toda La Ribera, realmente atractivas.
«Metidos en harina» y dado su interés hemos publicado con posterioridad dos entregas de textos escritos por el propio Santi. Una de ellas, llamada los Cuentos del Confinamiento, fue escrita durante el confinamiento por causa del Covid 19. el otro, posterior, nos hace un resumen de la tragedia de represión, persecución y muerte que trajo consigo la insurrección militar del 1936 y que se publicó en esta misma sección de Crónicas Vascas.
Hace unos días, cuando hablábamos con Santi sobre la hermosa imagen de las Bardenas que había producido la gran nevada que había caído en toda la Ribera, y que dio lugar la preciosa colección de fotos que publicamos, nos comentó la existencia de una publicación y de una App en las que que se podría ver cómo lucía la Puerta del Juicio de la Catedral de Tudela a los ojos de los tuledanos de hace 800 años, cuando esta obra de arte del gótico temprano se creó para convertirse en una especie de cómic que ilustrase a los feligreses sobre los conceptos esenciales que quería transmitir la religión católica.
Las puertas de aquellas iglesias parecen ser una especie de portales que conectaban el mundo terrenal con el mundo religioso que se contenía en el interior de estos edificios. Una especie de punto de transición entre ambas esferas.
Si esa sensación se consigue en su situación actual, en la que cruzar estos umbrales nos hacen sentir una sensación especial, no queremos ni imaginar cómo debía ser cruzarlas hace 800 años, cuando sus policromías las convertían en elementos extraordinarios para las gentes de la época.
El trabajo, extraordinario, de Diego Carasusán y Blanca Aldanondo en su libro y en la App sobre la Puerta del Juicio de esta catedral, nos permite imaginarnos, dentro de lo que nos permite vivir en este mundo donde los impactos visuales que nos rodean son muchos y muy espectaculares, el asombro que esta puerta producía entre aquellos que la cruzaban. Además, claro está, de darnos una detallada descripción de cada uno de los elementos que la componen.
Por cierto, antes de dejar paso a las explicaciones de los que realmente saben de esta obra de arte, no nos resistimos a comentar algo que nos ha llamado atención. En esta Puerta del Juicio, la presencia de los castigos infernales es muy superior a lo que habitualmente se da en otras de similares características. Lo cual debe significar que los que mandaron hacerla debían ver a los tudelanos especialmente «pecadores». Tanto como para dedicar la mitad de esta puerta a los castigos que esperaban a aquellos que no cumplían con los mandamientos, y/o que caían en las garras de los «pecados capitales».
Queremos recordar al lector que pueden descargarse la App que permite disfrutar de este magnifico trabajo tanto para teléfonos con sistema iOs (Apple) como para los que usan el sistema operativo Android. basta con teclear en el buscador de programa de aplicaciones «Puerta del Juicio».
Además, en la web que pueden encontrar en la parte inferior del artículo pueden disfrutar de este trabajo desde su ordenador. Háganlo, merece la pena.
La Puerta del Juicio de Tudela
Blanca Aldanondo Otamendi (fotógrafa)
Diego Carasusán Cermeño (periodista)
En pleno corazón de la parte vieja de Tudela, como si de un tesoro escondido entre callejuelas se tratase, a los pies de la Catedral se levanta la conocida como Puerta del Juicio, la entrada principal a la seo tudelana.
Son 800 años de historia los que contemplan a esta monumental obra a caballo entre el Románico y el Gótico que, más allá de su utilidad como acceso al tempo, se erigió por parte de la Iglesia con un claro fin adoctrinador y moralizador, dirigido a un pueblo eminentemente analfabeto.
Así, el diseñador de semejante pórtico utilizó los sillares que constituyen la portada para esculpir en ellos 150 escenas en las que se plasma en imágenes lo narrado en el libro del Apocalipsis, concretamente en lo referido al Juicio Final, y el destino que espera ese día a aquellos que gozarán del Reino de los Cielos y al resto, condenado al Infierno.
Un ‘comic’ medieval
Con el objetivo de descifrar lo que contenían cada una de esas 150 viñetas de este particular comic medieval, hace ya 7 años nos pusimos manos a la obra buceando en la extensísima documentación que sobre la Puerta del Juicio existía, pero que no llegaba a condensar en un solo trabajo el significado concreto de sus dovelas.
Lo primero era conocer el mensaje oculto en las imágenes esculpidas en el pórtico y, para ello, había que realizar una especie de ‘disección’ separando el todo en partes. En concreto, en cuatro.
La primera sección la encontramos en los capiteles de las columnas que soportan el peso del arco. Estos están dedicados al Génesis, y en ellos se explica cómo, según la Iglesia, Dios conformó el mundo, creó a los animales y las plantas, y al hombre y a la mujer; y cómo surgió el pecado encarnado en personajes como Eva, induciendo a Adán a comer de la fruta prohibida, o en Caín, asesinando a su hermano Abel. Pero también aparece esculpida la redención, personificada en Abraham, justo en el momento en el que Dios detiene su mano antes de sacrificar a su hijo Isaac; y en Noé, y la salvación que encontró en el arca que construyó antes del Diluvio Universal.
Esta parte de la Puerta dedicada al Génesis se conforma como el ‘prólogo’ de lo que sería un enorme libro de piedra que se abre ante el espectador mostrando cómo podría ser el Juicio Final que se describe en la Biblia. De este modo, y de un solo vistazo, se puede ver cómo la Iglesia imaginó el inicio del mundo y cómo será su final.
Y es así como la portada muestra cómo la Iglesia imagina el Cielo, compuesto por 48 dovelas en las que se pueden ver escenas de bienaventurados disfrutando de su premio ganado con sus buenas acciones en vida; y el Infierno, con 50 dovelas, en el que los condenados son sometidos a los peores castigos imaginables.
La disposición a derecha e izquierda de cada una de estas partes se explica analizando la última sección, denominada en nuestro trabajo como Elementos Comunes, y que se encuentra en el eje central del pórtico. En ella aparecen escenas que no pertenecen propiamente al Cielo o al Infierno, pero que son claves dentro de la narración del Juicio Final. En ellas encontramos a Apóstoles y Evangelistas escoltando a la imagen del Cordero de Dios, y a un nutrido grupo de ángeles esperando la sentencia de Cristo Juez para conducir a los salvados al Cielo y a los condenados al Infierno. Un Cristo Juez que no aparece en el conjunto de la Puerta ya que el paso de los siglos borró, pero que, a buen seguro, debió lucir en el tímpano central bendiciendo con su mano derecha a los bienaventurados y maldiciendo con su mano izquierda a los pecadores. De ahí que el espectador vea ambas parte en una disposición opuesta a la narración.
Un infierno único en el mundo
Es precisamente la parte dedicada al Infierno la que hace de la Puerta del Juicio de Tudela una obra única en el mundo. Y es que no existe ningún otro pórtico catedralicio en el arte cristiano occidental que dedique la mitad de su superficie a explicar los castigos que esperan a los condenados.
Tal es la profusión de martirios esculpidos en el pórtico que el diseñador agotó todo el abanico de torturas contenidas en las obras cristianas, teniendo que echar mano de las leyendas judías y musulmanas, que por aquel entonces se contaban en la conocida como Tudela de la Tres Culturas, para poder continuar con su obra.
El pecado más veces representado en este particular Infierno tudelano es el de la Avaricia, ocupando 22 de sus 50 dovelas. En ellas aparecen tallados oficios de la época como el del carnicero, el pañero o la panadera, todos ellos condenados por defraudar a sus clientes mintiéndoles en la cantidad y calidad de sus productos. Así, presentado ante el espectador escenas de la vida cotidiana, el diseñador del pórtico consigue su objetivo de llegar más profundamente al espectador, haciendo calar su mensaje de una forma más efectiva.
Tras la Avaricia, el siguiente pecado con mayor presencia en la Puerta del Juicio es el de la Soberbia. En él, y además de miembros del Pueblo Llano, el pórtico presenta a pecadores de los otros dos estamentos sociales de la época: el Clero y la Nobleza. Podemos ver a monjes, abades, obispos, nobles y miembros de la realeza, mostrando así que nadie, independientemente de la condición que disfrutó en vida, podrá salvarse de caer en el Infierno si cuando estaba vivo no cumplió con las obligaciones de su cargo.
La Lujuria es otro de los Pecados Capitales destacados en la Puerta. En las escenas dedicadas a este vicio se aprecia uno de los cánones que se repiten en el Infierno tudelano basado en mostrar al condenado en cuestión siendo castigado en la parte u órgano de su cuerpo con la que cometió pecado en vida. Así, la mujer lujuriosa es mordida por una serpiente en su vulva o los sodomitas sufren colgados de una cuerda atada a sus genitales.
La lista de Pecados Capitales se completa con varios ejemplos dedicados al castigo a la Gula y la Pereza, sin descartar, también, los dos que completan la lista: la Envidia y la Ira.
Así, más allá del mensaje religioso, la Puerta del Juicio es ahora una crónica social de la Tudela del siglo XIII, en el que, como un periódico abierto, muestra las esperanzas e inquietudes de los habitantes de la ciudad hace 8 siglos. Unas esperanzas e inquietudes que, como se puede comprobar, no son muy distintas a las de ahora.
La puerta «pintada»
La segunda parte del trabajo iniciado en 2013 nos llevó a realizar una recreación artística de cómo pudo lucir la Puerta del Juicio cuando fue construida hace 8 siglos.
De este modo, presentamos una imagen policromada de cada una de 150 piezas basándonos para ello en la paleta cromática utilizada por los artistas de aquella época, siempre tomando como base otras obras que han mantenido su color hasta nuestros días.
La aplicación digital de capas de color en cada elemento sirvió para destacar detalles que, por sí solos, aportan mayor información a la interpretación de cada dovela o capitel; y, ante todo, sirvieron para componer una imagen global de la Puerta totalmente policromada y que mostró a los tudelanos de hoy lo que pudieron sentir los tudelanos de entonces cuando semejante obra escultórica se abrió ante sus ojos.
Libro y APP
Los tres años de trabajo invertidos en el estudio de la Puerta del Juicio dieron como fruto la publicación de un libro (La Puerta del Juicio. Tudela-Navarra) editado por Diario de Navarra, con la colaboración del Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Tudela y la Asociación de Amigos de la Catedral de Tudela.
Actualmente, esta publicación se encuentra agotada y a la espera de la realización de la que sería su cuarta edición.
En cualquier caso, todos los interesados en consultar el contenido del estudio pueden hacerlo a través de la aplicación digital (App) que el centro asociado de la UNED de Tudela realizó basándose en el libro. Se puede descargar de forma gratuita en cualquier dispositivo Android o iOS a través de Google Play o Apple Store, respectivamente, bajo el nombre ‘Puerta del Juicio Tudela’; o accediendo de forma online en el enlace
Puerta del Juicio de Tudela
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Last Updated on Ene 20, 2021 by About Basque Country