Las coplas del Ciego de Tudela
Cuarto cuento del Confinamiento
Hablar de coplas es hablar de โmussahasโ y hablar del Ciego de Tudela es hablar de Abuchafar y de su lazarillo Abulcasin. Con la llegada del Fuero de Tudela que protegรญa a los รกrabes de nuestra Ciudad. Abuchafar decidiรณ seguir en Tudela. aquรญ naciรณ y aquรญ muriรณ, y desde aquรญ sus coplas llegaron hasta el Andalus, Argel, Marruecos. Senegal y en el aรฑo 1953 fueron descubiertas en manuscritosย sus composiciones poรฉtico โmusicales en Damasco. capital de la Siria actual. Segรบn nos descubriรณ Joxemiel Bidador, en un artรญculo sobre Josรฉ Joaquรญn Montoro Sagasti sobre la historia y obra del Ciego de Tudela, es muy posible que las โmussahasโย de nuestro poeta y compositor llegaran incluso hasta Irรกn e Irak.
Como decรญa, ย a la llegada de la era cristiana a la Ciudad, Abuchafar, El Ciego de Tudela, y su lazarillo o bastรณn, con el laud, Abulcasin, se fueron a vivir a las actuales herrerรญas y antigua morerรญa tudelana. En aquellos aรฑos que allรญ vivieron, siguieron cantando coplas por el interior de la ciudad amurallada, al igual que lo habรญan hecho cuando el dominio de Madinat Totila estuvo en manos del Islam.
Seguramente, es posible que alguna de las tumbas que aparecieron en febrero del aรฑo pasado en la necrรณpolis islรกmica, junto a la Torre Monreal pudiera ser de Abuchafar y tambiรฉn no anduviera lejos la tumba de su inseparable Abulcasin.
La morerรญa tudelana no quedo desamparada y sin protecciรณn, y Alfonso El Batallador hizo construir una tercera muralla, precisamente para proteger a la comunidad musulmana que quedo a vivir en la Ciudad, y ademรกs se les permitiรณ tener culto con dos mezquitas, una situada en la actual Plaza del Cofrete y otra en la actual Plaza de San Juan.
Bueno, ย cuentan, que un dรญa, como de costumbre hacรญan Abuchafar y Abulcasin, entraron al intramuros de la Ciudad a cantar sus coplas, para ganarse el sustento y que aquel dรญa empezรณ a caer a una tormenta con piedra impresionante y tuvieron que buscar refugio.
Abulcasin. el que llevaba y tocaba el laud. el lazarillo. que ya habรญa pasado la adolescencia en aรฑos y era vivo y sagaz como el solรณ y acompaรฑado. ya sabรญa los nuevos escondites de la Ciudad y donde se reunรญan los nuevos rufianes y trรบhanes de la Ciudad y la soldadesca llegada con los ejรฉrcitos cristianos.
Andaba ya quejoso El Ciego de tanto andar, y con la piedra que caรญa, con el laud en la cabeza y como bastรณn al joven, y en estas que enfadado le dijo: โAbul, pero es que no hay ningรบn sitio para refugiarse, venga busca un hueco ย y entramosโ. La piedra caรญa con mรกs fuerza, y ya por fin Abul tiro de El Ciego y le dijo: โAquรญ seรฑorโ.
Entraron empapados, se oรญan voces y risas, de hombres y mujeres, Abul sentรณ en una mesa a Abuchafar, y dejo la guitarra aย su lado, y con un paรฑo seco, limpio de agua ย la cara de su amigo y maestro.
El maestro pregunto a Abul: ยฟDรณnde estamos, se oyen voces de mujeres y de hombres, risas y alboroto? Abul le contesto, – no sรฉ ย maestro, creo que es una de esas hospederรญas donde los cristianos beben y comen, y sus mujeres sirven las mesas-.
Abul sabรญa muy bien lo que era aquella hospederรญa, era la Casa de Meretrices de la Ciudad, que funcionaba desde la llegada de Normandos, Vascones y Aragoneses con el ejรฉrcito cristiano. En Tudela, en estas casas, no se les negaba la entrada a los moriscos, pero no se les dejaba estar con mujeres.
Abuchafar que no era tonto, de vez en cuando miraba con sus ojos al cielo en espera de oรญr mejor, lo que no podรญa ver, y en una de estas, le dijo a Abul, – Pues no sรฉ si comen mucho en esta hospederรญa, eso sรญ beber, hablar y reรญr no paran, con la que estรก cayendo, y ni se enteran-.
Uno de los normandos se acercรณ a la mesa y le preguntoย al joven Abul, si sabรญa tocar el instrumento, este contesto que sรญ, el normando le respondiรณ-. pues toca para nosotros-. mirando al grupo de soldados normandos que estaban con รฉl, -y te ganaras unos reales- . Abul le respondiรณ, – perdone seรฑor, yo solo toco cuando canta mi maestro-.
El normando se acercรณ a Abuchafar y le dijo,- Entonces ยฟel maestro cantara verdad?-. Abuchafar respondiรณ, – Con mucho gusto cantarรฉ, si a cambio estimado seรฑor, podemos llevarnos algo a la boca -. el normando rio y le dijo, – primero canta y luego veremos lo que te llevas – .
Abuchafar y Abulcasin, empezaron su funciรณn, y cantaron algunas โcoplas โde su repertorio:
ย Amrus el terrible seรฑor de Tudela
Desde el norte a Cรณrdoba bajo cierto dรญa
Por rendir pleitesรญa ante Ab-al-Rahman
Deshaciendo intrigas que viles decรญan
Alzarse querรญa con el seรฑorรญo
De kalat โ Tutila
Recibiolo el califa con cortesรญa
Escucho sus excusas de sรบbdito fiel
Antes del banquete oficial y fastuoso
Amrus tomo espรกrragos por primera vez
Ziryab en persona
Se los iba sirviendo
Al par que cantaba con su nuevo estilo
Las puntas de estas lanzas no lastiman
Son suaves como trocitos de cus-cus
Hechos por Ala para ti
Amrus, el genial, defensor de Tudela
Probรณ los espรกrragos con delectaciรณn
Rogo a Ziryab le diese algunas semillas
Co ellas Amrus regreso a Tudela
Caviloso y pensando en cuรกl de sus campos
Si en el Al-majares se darรญa mejor
Alguien le susurro, hazlo en Al-Mejana
Saldrรกn mรกs hermosos y sabrรกn mejorโฆ
ย Asรญ estuvo durante horas El Ciego de Tudela, cantando coplas y deleitando a normandos, vascones, ย aragoneses y meretrices, y todas les regalaron al acabar la funciรณn, encantadas,ย besosย y miramientos, aunque El Ciego lo de los miramientos, tuvo complicado el darse cuenta. Desde aquel dรญa cuando de vez en cuando pasaban al lado de La Casa de las meretrices, Abul, le decรญa al maestro, – Seรฑor, creo que hoy amenaza piedra de nuevo -. y el maestro contestaba โ โPues ya sabes Abul, enseguida a buscar refugio a la hospederรญa, pero si cae piedra menos besos, y mรกs quesosยทโ.
Last Updated on Dec 20, 2020 by About Basque Country