De Virginia a Lutxi sorgina

Cuadragรฉsimo quinto cuento del confinamiento

Ha sido muy rรกpido, ayer domingo me vinieron a buscar a las dos de la madrugada, me montaron en un coche los dos del servicio de inteligencia y me dijeron que no podรญa despedirme de nadie. Que al haber publicado algunos detalles del asunto, todo se habรญa acelerado. Uno conducรญa y luego yo atrรกs, con el otro. Al pasar por el Hospital me dijo el de atrรกs, que tenรญan informaciรณn que se estaba preparando algรบn tipo de acciรณn secreta para impedir que llegara a Zaragoza. No lo tenรญan claro, pero algo raro se olรญan. Nada mรกs llegar al peaje de la autopista, vi que habรญa bastante movimiento y al otro lado de la barrera, un grupo de guardias civiles. Me extraรฑรณ que no llevaran armas y que en las hombreras en vez de galones llevaban los colores del arco iris. Nos pararon y mis acompaรฑantes enseรฑaron un papel oficial. Los guardias iban con la cara tapada y el que dirigรญa el operativo, se acercรณ a la ventanilla del conductor leyรณ el papel y le dijo: โ€œAparque por favor ahรญ, a la derechaโ€. Aparcรณ y seguidamente saliรณ del coche con intenciรณn de hablar con el guardia. Este le mandรณ inmediatamente subirse al coche.

De nuevo se acercรณ, con el papel en la mano, el guardia civil con la cara tapada, mirรณ al interior, me mirรณ a mรญ, y les dijo a los agentes secretos, que bajaran del coche. Los otros guardias civiles los rodearon y empezaron a hablar con ellos. En milรฉsimas de segundos, el guardia que mandaba el operativo me indicรณ que bajara la ventanilla. La bajรฉ. Se bajรณ la capucha y le pude ver la cara, era Malakate de โ€œSomos Marte Murchanteโ€, me dio una bolsa y me dijo: โ€œToma una bota llena garnacha, ya nos contarasโ€. Estos detallazos, son los que nos hacen estar vivos. Aรบn estoy llorando de alegrรญa, cuando Malakate, el supuesto jefe del operativo, les dijo a los agentes, โ€œcontinรบen, tengan buen viajeโ€. Cuando se montaron los agentes secretos, uno le dijo al otro, tรบ habรญas oรญdo alguna vez que en la Guardia Civil que hubiera algรบn cuerpo especial en esta zona llamado โ€œGarnacha Murchanteโ€. Ya sabes por aquรญ por el Norte, cualquier cosa.

El aviรณn estaba esperando, en el interior un chico portuguรฉs de Carvoeiro, en el Algarve, que se llama Mario. Llegamos a Paris ayer de madrugada, se montaron tres chicas, Paola, siciliana, Iovana, de Macedonia y Marizza de Polonia. Llegamos a las 4 de la tarde de ayer domingo , hora de Madrid, directos a Langley, a poco no salimos del aviรณn los europeos, Iovana y Marizza se habรญan pimplao media bota de la garnacha de los de โ€œSomos Marte Murchanteโ€ y allรญ estuvimos hasta que conseguimos sacarlas a flote. Allรญ todo lleno de gente, lo primero entregamos la muestra del lavavajillas, enseguida nos metieron en habitaciones, nos han metido tres jeringazos, dos analรญticas de sangre, al sol hora y media, otra analรญtica de sangre, hemos tenido que firmar un papel en el que, se nos prohรญbe decir algunas cosas, que hemos visto allรญ y vuelta con el aviรณn.

Que si las pruebas salen positivas nos volverรกn a llamar. No sรฉ yo, si me agarran otra vez, por allรญ. Mucho uniforme y poco cariรฑo, todos serios, menos la siciliana y yo que desde el primer momento no parรกbamos de reรญrnos por cualquier cosa que veรญamos, nos llamaron la atenciรณn cuando salimos a tomar el sol, yo fui a saludar a las chicas europeas y enseguida vino un marine y me dijo que no estaba permitido saludar a nadie, en la hora del baรฑo de sol.

Al llegar a Paris, las tres chicas se han marchado, y nos hemos quedado solos en el aviรณn Mario y yo. Al cabo de media hora han subido a un chico esposado, dos gendarmes, y lo han puesto alejado de nosotros. He pasado al W.C. y cuando estaba a su altura en el pasillo me ha preguntado si รฉramos policรญas espaรฑoles. Le he dicho que negativo, somos conejillos de Indias, este es portuguรฉs y yo de Tudela, de Navarra. Se ha sorprendido. Cuando he vuelto a pasar a su lado, otra vez me ha preguntado. Y que hace uno de Tudela aquรญ, en este aviรณn y con un portuguรฉs, si se puede saber. Le he resumido un poco todo y no sabรญa dรณnde meterse, ha comentado, ya sabรญa que estaba el mundo mal, pero esto es para flipar. Le he preguntado porque estaba esposado y me ha dicho que le llevaban a una cรกrcel espaรฑola y que ahรญ acabarรญa de cumplir condena, que le quedaban dos aรฑos y ya salรญa. Soy de Ataun, de Guipรบzcoa, me ha dicho, mi nombre es Jon, y cuando he ido a darle la mano, los gendarmes se me han echado encima. Ya no me acordaba que estรกbamos de confinamiento. Les he pedido permiso para sentarme en la fila siguiente y de cara a รฉl, para poder seguir hablando. Bueno el viaje de vuelta ha sido mรกs ameno, Mario el portuguรฉs no dejaba de dormir. He llegado a casa a las diez de la noche de hoy lunes. Antes de despedirme de Jon me ha dado una carta. Hazla pรบblica y asรญ la podrรก leer mi moza, sino, no sรฉ cuรกndo se va a enterar que me han traรญdo aquรญ.

Me despedรญ de Mario, nos dimos nuestros nรบmeros de mรณvil y tenemos montado un grupo de wasap con las chicas,โ€Europe Rabbitsโ€, lo metรญ en mis contactos y me dijo que si bajo por allรญ, no dude en llamarlo, muy amable y muy dormilรณn. Ahora, diez de la noche, me dispongo abrir la carta de Jon, y aquรญ se acaba, de momento, mi experiencia en las Olimpiadas de la CIA.

Aรบpa Lutxi, kaixo maitia.

Salgo en una hora para Madrid. Supongo que estarรฉ algunos meses por algรบn โ€œhotelโ€ cerca de la capital y luego me darรกn destino para acabar de cumplir condena. Ya sabes cรณmo es esto, no sรฉ si me llevaran para arriba o me dejaran por el centro o mรกs al sur. Bueno, cada vez falta menos, eso es lo importante. Desde la รบltima vez en Fresnes, hace ya aรฑo y medio, no hemos estado juntos, me acuerdo como si fuera ahora. Todavรญa te estoy viendo cuando te desnudaste, podrรญa pintar cada rincรณn de tu cuerpo, aquellas dos horas que tuvimos y que son culpables de que llegarรก, nuestro pequeรฑo Iraitz. Es difรญcil decirte y explicarte por carta lo importante que eres para mรญ y lo que te quiero. Soy consciente de que no ha sido fรกcil para ti todos estos aรฑos y que mi vida no ha sido una vida muy normal desde que me conociste, pero tรบ eras tambiรฉn consciente que no empezabas una relaciรณn con alguien โ€œnormalitoโ€ y sabias de sobra lo que yo pensaba en aquellos aรฑos.

Ahora tenemos que empezar a pensar en nosotros, dos aรฑos pasaran rรกpido y saldrรฉ a la calle, y por fin tendremos tiempo. Tengo ganas de pasear de la mano, junto a ti, por las orillas de la Concha. Una noche, de esas de verano, oรญr a la madrugada el ruido de las olas y poder abrazarte, rodearte con mis brazos, apretarte sin romperte, pero tenerte cerca, sentir que nuestra historia estรก viva y que se acabรณ la distancia para siempre. Solo con pensar en la sensaciรณn que me produce tocar con mis manos tu pelo, recogรฉrtelo y dejar al aire tu nuca y llenarte de besos, al mismo tiempo que mis labios juegan y se entretienen entre tu preciosa melena.

Quiero sentir tus labios y tu lengua, en esos besos en los que se nos para la vida, en esos instantes en que nada cuenta, que solo existimos tu y yo, que no existe el pasado, que el futuro llegarรก, pero que lo importante, ย es precisamente, ese instante de vida. Sueรฑo con volar desnudos entre las olas de la libertad y entrelazar nuestros cuerpos hasta que la luna se esconda y nuestras almas se hablen en sueรฑos, amantes, cรณmplices y amigos.

Me has dado vida durante todo este tiempo y deseo darte mi vida cada segundo que pueda compartir contigo. Anhelo con todas mis fuerzas ver tu sonrisa al aire, entre los montes y los valles, subir y bajar a tu lado caminos y sendas, y esconderme entre sombras, de calles, para besarte y lucir al sol tu amor, mi amor, nuestra alegrรญa.

Se estremece mi alma cuando llegan las comunicaciones y pasan los meses sin poder mirarte a los ojos, sin saber de tu sonrisa, sin tener tus manos y poder tocarlas, esas manos que tanto me hablan, me dicen y que son un manantial de cariรฑo para mi vida.

Me acuerdo cuando nos conocimos, en aquel invierno, cuando nos miramos, cuando me dijiste donde has estado todo este tiempo, y cuando tuve que desaparecer y dejar de verte, y cuando caรญ preso y te volvรญ a ver y de nuevo me dijiste, no vuelvas a desaparecer mรกs, ahora eres mรญo para siempre.

No sรฉ si soy tuyo, o nos tenemos ambos, lo que estoy seguro es que lo que por ti siento, es ahora mi lucha, mi revoluciรณn, y mi pensamiento. No tengo miedo a luchar por la felicidad, no me importa dejarme la piel por superar lo que venga, quiero construir junto a ti, un espacio vital de respeto, sinceridad y armonรญa. Seguro que habrรก dรญas grises y oscuros, pero esos no contaran, porque lo importante no son los รกrboles, sino el bosque.

Estoy viendo el cielo de Paris, y quiero que volvamos a esta bella Ciudad, cuando recobre la libertad. Quiero caminar al lado de los rรญos de todas las Ciudades, Pueblos, rincones que nos quedan por ver, de tu mano y llenar nuestros cuerpos de energรญa, de rebeldรญa para nuestra causa, la causa de la vida.

Cuida de tu gente, de mi gente. Zaindu. Muxu haundi bat, sorgina. Agur Lutxi.

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Last Updated on Dec 20, 2020 by About Basque Country


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