Un Phanton y una bodega
Trigรฉsimo primer cuento del confinamiento
Eran las 7 de la maรฑana, Fulgencio y Mariano Burgaleta, โlos pocavistaโ, salรญan de casa de la Parte Vieja, con el motocultor y el remolque para ir a recoger sarmientos. Dos hermanos solteros de toda la vida, Fulgencio sesenta aรฑos y Mariano cincuenta y siete. No se imaginaban cuando salรญan de casa lo que les deparaba aquella maรฑana.
Tomaron direcciรณn Campo de Aviaciรณn de Ablitas por el camino de Huertas Mayores, cruzaron la vรญa del Tarazonica por el antiguo puente viejo, pasaron el Zahoril, cruzaron el Canal de Lodosa y cogieron el camino hacia la viรฑa vieja que tenรญan de toda la vida. Para los ocho y media de la maรฑanaย ya estaban con las tijeras de podar y para las nueve la maรฑana ya llevaban seisย gavillas de sarmientos preparadas. A las nueve y media de la maรฑana Fulgencio le dijo a Mariano. Marianooo almorzamos. Venga, ala pues, vamos a cascarle. Prepararon fuego, y empezaron a preparar la txistorra y la panceta en la parrilla para cuando estuviera la brasa hecha.
De repente empezaron a oรญr unos gritos a unos trescientos metros y un hombre que les hacรญa seรฑales con la mano y que iba cojeando. Mira ese Fulgencio. ยฟQuรฉ dice? No me digas, que no le entiendo nada lo que grita. Ya vendrรก si quiere. Venga, vamos almorzar.
Aquel miรฉrcoles 13 de noviembre de 1980, todas las emisoras de radio de Tudela y la Ribera y Navarra estaban dando la noticia de que un Phanton F-4 de las Fuerzas Aรฉreas de Estados Unidos de Norteamรฉrica, con base en Alemania, se habรญa estrellado sobre las nueve de la maรฑana entre la localidad navarra de Ablitas y la localidad zaragozana de Malรณn, cuando realizaban bombardeos simulados en el Polรญgono de Tiro de las Bardenas. Se sabe que los dos tripulantes han abandonado el aparato ante la imposibilidad de controlar el aparato, arrojรกndose en paracaรญdas. El aviรณn ha sido encontrado en un sembrado y uno de los pilotos ha sido llevado con contusiones y heridas leves al Hospital de Navarra. El otro piloto en estos momentos esta desparecido, la fuerza de las rachas del cierzo es posible que lo hayanย desplazado algunos kilรณmetros. La bรบsqueda por toda la zona se ha iniciado hace escasos minutos.
Mariano veรญa al hombre que se iba acercando poco a poco con una pierna arrastrandoย y llevaba una vara para poder ayudarse. Estaba a cincuenta metros. Fulgencio, saca el mango de azada que no me gusta nada este gacho. Que pasa. Que viene con una pinta muy mala y no me fio. Fulgencio le vio a menos de diez metros, echo mano del mango de azada. Se fijรณ que la brasa estaba a punto. Mariano le dijo al extraรฑo, Buenos dรญas. Good Morning. Que ha dicho. Este es forastero. Que no entendemos. I am from Unites States ย . Que cojones dices este. Mira como lleva la ropa, toda rota y con pegatinas por todos laos. Que no entendemos, que nosotros no sabemos idiomas. Que somos de Tudela. Sabes donde esta Tudela. Entonces aquel piloto empezรณ a mover las manos, como si estuviera planeando, se puso a imitar con la bocaย un ruido, ย como si fuera el aviรณn. Burrrrrrrrrrmggggggg, burrrrrrrrrmggggg. Fulgencio este esta borracho, mira que ojos lleva de haber fumao porros u ostias de esas. Euuuuu, que lleva pistola, que lleva pistola, y se empezรณ a echar para atrรกs Mariano. Por el otro lado del remolque, Fulgencio que llevaba el mango de azada en la mano y acercรกndose por detrรกs, le asesto un garrotazo entre la cabeza y la nuca y lo dejo seco en el suelo. Venga ayรบdame y vamos atarlo y al remolque. Lo ataron y lo echaron al remolque y lo taparon con gavillas de sarmientos y una manta. A mi este no me jode el almuerzo, murmuraba Fulgencio. Mientras estaban almorzando aparecieron dos Land Rover de la Guardia Civil. Se bajaron un sargento y un nรบmero. Buenos dรญas, de donde son ustedes ยฟde aquรญ de Ablitas?, pregunto el Sargento. No, somos de Tudela, contesto Mariano. Desde que hora llevan aquรญ. Desde las ocho y media. Han visto caer un paracaรญdas por casualidad. No, no hemos visto nada, que estamos a lo nuestro sabe usted. Andamos podando con la cabeza gacha y nosotros al cielo miramos poco, contesto Fulgencio. Y no ha pasado nadie andando, en el tiempo que llevan aquรญ, volviรณ a preguntar el Sargento. Pues no, no hemos visto a nadie, con el dรญa de cierzo que hace hoy, poca gente andarรก hoy pol campo, remato Fulgencio. Bueno pues nada, estamos buscando a un piloto americano que ha saltado del aviรณn, si aparece por aquรญ, por favor acรฉrquenlo al cuartelillo de Ablitas, de acuerdo. Muy bien seรฑor guardia, a mandar.
Los dos vehรญculos de la Benemรฉrita se fueron y Fulgencio y Mariano recogieron todo y se fueron de allรญ disparaos. En el camino Mariano le dijo a Fulgencio, y ahora que hacemos, como lo hayas matao, se nos cae el pelo. Si lo he matao, esta noche lo quemamos en el corral y aquรญ no ha pasao nada y si estรก vivo ya se me ocurrirรก algo. A las doce de la maรฑana llegaron a Tudela, metieron el motocultor con el remolque en el corral y cerraron el portรณn de la casa.
Cuando hicieron hueco, lo cogieron entre los dos y lo bajaron a la bodega de la casa. Lo sentaron en una silla, le quitaron la pistola y lo ataron a laย silla. Fulgencio fue a por un barreรฑo de agua y empezรณ a frotarle la nuca y la cara para que se espabilara. Mariano asustao dijo, los has matao Fulgencio, lo has matao, de esta se nos cae el pelo. Calla ostias, que no lo he matao, esta atontao, no ves que respira. Trae amoniaco de debajo la fregadera, a ver si despierta. Mariano subiรณ,ย cogiรณ el amoniaco y bajo para la bodega. Fulgencio se lo paso por la nariz y el piloto norteamericano hizo amago de despertar frunciendo la cara ante el olor. De nuevo se lo pasรณ otra vez, pero no despertaba del todo. Aparta Fulgencio, Mariano cogiรณ el barreรฑo de agua y se lo capuzo por la cabeza. De repente el piloto se despertรณ, abriรณ los ojos y grito. Enseguida Fulgencio cogiรณ cinta aislante y un trapo de cocina y se lo puso en la boca y se la tapo sujetรกndolo con la cinta aislante.
Te vas a estar callao le decรญa Mariano. Si no te estas callao, te tenemos asรญ hasta que se nos pase los cojones, vale. Mariano gritaba llevรกndose un dedo a los labios, callao, sabes lo que es callao, si, lo sabes, pues calladico. El piloto asintiรณ con la cabeza.
Y ahora que hacemos, porque ya nos conoce. Si lo soltamos, nos trae a tol ejรฉrcito y a toda la Guardia Civil, el gacho este. Ahora no lo podemos soltarย Mariano, a la noche lo soltamos. Si esta callao, le damos de comer y a la noche le ponemos un saco en la cabeza y lo dejamos por cualquier esquina, que este no conoce Tudela.
Bueno quรฉdate vigilando tu y yo subo a preparar la comida y bajo para aquรญ. Mariano se quedรณ vigilando y hablando con el piloto. Sabes lo que pasa, que si hubieras hablao claro, no te hubiรฉramos hecho nada, pero claro apareces allรญ con esos zarrios, con una vara, con una pistola y sin saber nosotros nada y luego empiezas a hacer pavadas con la mano y nos hemos acojonao, no sabรญamos que venias en paracaรญdas. No te preocupes que esta noche te soltaremos. A ver si baja pronto mi hermano y comes con nosotros, pero atao eh, que vosotros sabรฉis llaves y ostias y nosotros solo sabemos de campo, le decรญa Mariano, mientras el piloto asentรญa con la cabeza.
Fulgencio bajo la comida, le quitaron la cinta y el trapo de la boca, mientras le seรฑalaban con el dedo en los labios que estuviera callao. El norteamericano estaba callao, pero se quejaba del golpe en la nuca. Fulgencio se levantรณ de la mesa y le dio una aspirina, con un vaso de agua. Venga que con esto y algo que comas te recuperas echando ostias, que vosotros sois fuertes. Le fueron dando de comer y beber agua.ย El piloto de vez en cuando, soltaba โoh my god, oh my godโ. Se fueron turnando entre Mariano y Fulgencio para vigilarle y mientras aprovecharon para echarse una cabezada cada uno, y a las ocho de la noche Mariano le dijo al piloto, ahora vamos a cenar majo, que maรฑana no sabemos que pasara, pase lo que pase que nos coja bien comidos y bien bebidos. Has probao la bota alguna vez, no sabes lo que es verdad, pues no te preocupes que hoy vas a beber vino en bota, vas a beber vino como si fuera pa una boda, garnacha, que sabe a teta, ย para celebrar que estas vivo, salao, que con el azadazo que te ha dao mi hermano lo raro es que lo estรฉs contando.
Fulgencio bajo queso, chorizo, cebollas tajadas, una tortilla patata con cebolla, rabanetas, apio, panceta de la que habรญa sobrao de almorzar ย y una cazuela caracoles con tomate. Mariano le daba con el tenedor apio, por el otro lado Fulgencio le ponรญa un casco chorizo dentro la boca, y luego queso, y tortilla patata, y Mariano sacaba un caracol y se lo metรญa pa dentro al yanqui y entre golpe y golpe, le abrรญan la boca y le hacรญan beber en bota el vino. Parece que le gusta todo, eh Fulgencio, no es desagradecido el muete.
Trago para el yanqui, trago para ellos, y cuando se acabรณ la bota, la rellenaron, y asรญ hasta tres veces y cuando ya no quedaba nada para comer, prepararon tres carajillos de coรฑac soberano, y el piloto ya estaba de nuevo por las nubes y Mariano y Fulgencio se abrazaban a รฉl para disculparse, al final los tres llorando de la chispa que llevaban.
Mientras tanto lasย radios y la televisiรณn seguรญan dando la noticia que uno de los pilotos estaba desaparecido y que habรญa sido hallado su paracaรญdas.
Fulgencio y Mariano mientras, ย sacaron la botella coรฑac encima de la mesa y le empezaron a sacar copas a diestro y siniestro, el norteamericano se balanceaba en la silla y cuando miraron la hora ya eran mรกs de las doce la noche.
Como pudieron lo subieron de la bodega, lo soltaron, le pusieron un gabรกn por encima del mono de piloto, le colocaron una boina y entre los dos cogido entre los hombros, ย lo sacaron a la calle. Subieron hasta la calle Rรบa y antes de llegar al Ayuntamiento, donde la correcciรณn, donde en aquellos aรฑos estaba el cuartelillo de la Policรญa Municipal, en la esquina con la calle Chapinerรญas, lo dejaron suelto. El piloto yanqui llevaba una tajada de alto standing y se balanceaba de un lado a otro de la calle. En estas que Mariano y Fulgencio, empezaron a gritar desde la esquina Chapinerรญas, los dos a la vez: Mira a ver eseeee, que se caeee, que va drogaoooo. Oyeeeee, mira ese que se caeee, que va drogaooo, que va drogaooo, que se caeeee. A los gritos de los dos hermanos, enseguida saliรณ por la puerta de la correcciรณn un policรญa municipal, Mariano y Fulgencio escondidos, vieron que lo habรญa visto y echaron a correr por la calle Chapinerรญas, como si les persiguiera un lobo.
Al dรญa siguiente, las noticias en las diferentes radios decรญan que ayer a medianoche, el piloto norteamericano fue encontrado en un descampado en estado de semi inconsciencia por el golpe sufrido a la caรญda, en estos momentos se encuentra hospitalizado, pero su evoluciรณn es positiva.
Mariano y Fulgencio tardaron un mes en volver a aparecer por la viรฑa.
Last Updated on Dec 20, 2020 by About Basque Country