El fantasma del Gaztambide
Trigésimo tercer cuento del confinamiento
En el año 1269 llegaron a Tudela, monjes franceses provenientes de la Abadía de Mont-Saint-Michel, situada en el denominado Gran-Mont, una joya arquitectónica y un lugar inhóspito durante 1300 años. En el año 708 el obispo Aubert mando erigir en Monte Tombe un primer monasterio en honor del Arcángel San Miguel y en el año 966 una comunidad benedictina se estableció en el Monte a petición del Duque de Normandía, Ricardo I. Esta Abadía se convirtió en uno de los principales lugares de peregrinación de toda la cristiandad de Occidente.
El Mont-Saint-Michel era conocido también como la “Ciudad del Libro “y se convirtió durante muchos años como un auténtico crisol político, intelectual de peregrinaje para todo Europa, incluidos reyes y príncipes. Esta maravilla arquitectónica, la mayor obra del arte gótico normando, está situada a ochenta metros de altura sobre una plataforma de otros ochenta metros de largo sobre un conjunto de cuatro criptas apoyadas en una gran roca. Situada entre Normandía y Bretaña se convirtió al mismo tiempo en lugar de paso y en una gran fortaleza.
Cuando muere nuestro Rey Sancho VII El Fuerte en Tudela, su testamento decía que quien debería heredar el Reino de Navarra seria Jaime I El Conquistador, ya que Sancho VII no quería que su sobrino Teobaldo, hijo de su hermana Blanca y el Conde de la Champagne, tomase la corona. Los nobles navarros desoyeron esta vez a su rey.y optaron por traer a Teobaldo I “El Trovador” como Rey navarro y este a su vez será quien traiga a Tudela a la comunidad de monjes benedictinos, treinta y cinco años después de la muerte de su tío Sancho VII.
Los benedictinos fundaran en Tudela un importante Monasterio que ocupaba bastantes terrenos comprendidos entre las actuales calles tudelanas, Frauca y Camino San Marcial, incluidos terrenos de la actual vía ferroviaria. El Monasterio tenía un edificio central, una Iglesia, varias casas añadidas.y huertas y campos a sus alrededores.
En el año 1480 el Papa Sixto IV a petición del Cabildo de la Colegiata de Tudela, luego Catedral, incorporó este Monasterio al Priorato de San Marcial y fue confirmado por el Papa León X en julio de 1521, y un año después el Cabildo de la Colegiata tudelana comisiono a Miguel Sanz de Berrozpe para que fuera su gestor y los monjes benedictinos desaparecieron. En 1859 ante la ruina del Monasterio y donde ya solo quedaba en pie.la Iglesia, se derribó, despojándole de imágenes y dando paso a la construcción posterior del Colegio Lestonac y Teatro Gaztambide.
La expulsión de los benedictinos por mandato Papal, con la colaboración del Cabildo y el nombramiento de Miguel Sanz de Berrozpe, no sentó bien en el Pueblo llano tudelano, ni tampoco en una parte importante de la nobleza local. Miguel Sanz de Berrozpe se había destacado en labores inquisitoriales de una forma precoz con la llegada de los castellanos a Tudela y había sido colaborador del Duque de Alba en la Conquista de Navarra.
Tudela había sido la última ciudad del reino en rendirse al Rey Católico Fernando, y ello supuso que en septiembre de 1521, tres nobles tudelanos, entrarán al Monasterio donde se hospedaba Miguel Sanz de Berrozpe y clavaran sus dagas de forma continua, asestando golpes mortíferos hasta que dejó de respirar. Desde aquel momento siempre se dijo que el espíritu de Miguel Sanz de Berrozpe no descansaba tranquilo y que en el Monasterio algunas noches se oían voces, gritos y que incluso se habían dado apariciones.
El Teatro Gaztambide se construyó en mayo de 1936 sobre un solar lleno de enigmas y misterios a día de hoy todavía no revelados. A pesar de haberse construido en el año 1936 la verdadera inauguración no llegaría hasta el 24 de junio de 1943 con la interpretación de varias operetas y musicales a cargo de la compañía Alicia-Gómez y en una de las representaciones, concretamente la titulada “Una rubia peligrosa”, el telón cayó sobre una de las actrices principales provocándole la muerte.
Seis años más tarde se presentó un proyecto para la edificación de cinco plantas de viviendas sobre el Teatro y cuando se estaban desarrollando las obras, dos andamios caerán y tres trabajadores resultaran accidentados, uno de ellos con resultado de parálisis total de cintura para abajo. En 1976 los empresarios Hermanos Burgos de la vecina localidad de Cascante se adjudicaran el Teatro y después de una importante remodelación abrirán las puertas del mismo, convertido ya en uno, por no decir, el mejor cine de la Ciudad. En septiembre de 1979 en el estreno de la película de Bernardo Bertolucci, “El último tango en Paris”, interpretado por Marlon Brando y María Schneider, un domingo por la sesión de noche, todos los allí presentes fueron testigos de cómo en la escena de la mantequilla, una figura humana revoloteaba por el Cine con grandes carcajadas, colocándose en medio de la pantalla y oyéndose frases del más allá diciendo: ”Salid fuera pecadores, dejadme descansar, salid fuera pecadores”. La sala se vació en minutos, saliendo los asistentes despavoridos del Teatro.
En el año 1995 el Ayuntamiento de Tudela compró el teatro y fueron muchos los años que estuvo parado por problemas de todo tipo, la maldición seguía presente. A los años fue reinaugurado con la llegada de la Reina Sofía, con todo bombo y platillo, y empezaron las sorpresas. Algunas filas de la parte de arriba no veían con claridad lo que pasaba en el escenario.
A día de hoy, si te colocas en las filas de la parte derecha mirando al escenario, en algunos momentos se oyen crujidos que vienen de las paredes, algunos dicen que se oyen voces y susurros, y los más atrevidos cuentan que han oído con nitidez, esta frase “ Soy Miguel Sanz y voy a salir de nuevo, y cuando salga os dejare a oscuraaaaasssss”.¿ Será el espíritu de Miguel Sanz de Berrozpe, que todavía está presente? No estamos seguros, pero los entendidos en sucesos paranormales. dicen, que no estaría de más llevar linterna a la próxima función.
Last Updated on Dec 20, 2020 by About Basque Country