Pocas cosas llaman más la atención de este pequeño país nuestro que su enorme capacidad de proyección. Esta constante de su historia ha permitido que, una comunidad pequeña y asentada en una tierra pobre (salvando los pocos años de la extracción del hierro), haya tenido una capacidad de influencia y presencia muy superior a lo que la lógica de los números y la población marcaban.
En la visión que el mundo tiene de nosotros se mezclan curiosidad, desprecio, simpatía, antipatía, desconcierto, complicidad. miedo, admiración, estereotipos, desconocimiento o preconceptos. Imagino que eso será lo mismo que cualquier sociedad siente ante los comentarios del los “otros” sobre “nosotros”.
Pero en el caso de los vascos, se suman una serie de cuestiones que nos convierten en un “caso especial”. La existencia de una identidad nacional soportada en la existencia de un Pueblo y una Lengua cuya historia se pierde en la noche de los tiempos; la presencia de un “conflicto” que se prolonga por mas de 150 años y que en los últimos 20 ha adquirido tintes dramáticos; la división en dos Estados que, de formas diferentes pero muy resolutivas, niegan la existencia de una sociedad con derecho a decidir; la voluntad de una parte significativa de los vascos de decidir de sobre su futuro; su capacidad de crear una sociedad desarrollada, capaz de convertir un territorio sin más recursos que la formación y iniciativa, en un referente económico e industria internacional; una influencia en la historia de muchos rincones del mundo desmedida en relación a la población vasca del momento…
Todos esos elementos nos hacen tener una repercusión mediática muy importante. En todos los rincones del mundo se habla de este pequeño Pueblo que vive a caballo de los Pirineos. Si bien es verdad que, en numerosas ocasiones, lo que se escribe quedan tan lejos de la realidad, que parece que hablan, no de otra realidad, sino de otro mundo.
Este Blog va a hablar poco por sí mismo (nota posterior: sí, al final no he podido evitarlo, intentaré que vayan acompañados de un comentario, personal, sobre el asunto tratado. Espero que me disculpen) , su objetivo es presentar cómo el mundo ve a los vascos, o mejor, su objetivo es recoger cómo describen los medios de comunicación internacionales las realidades de muestro País. Nace por el convencimiento del autor de que los propios vascos (sociedad, instituciones y empresas) no son conscientes de que el mundo habla, y mucho, de “nosotros”. Además, muchas veces, la informaciones que transmiten no son de primera mano, al estar enfocadas a través de la lente de los grandes medios de comunicación, las agencias informativas españolas y francesas, o las informaciones transmitidas por los propios gobiernos. Eso sin hablar de las ideas preconcebidas que traen la mayoría de los periodistas que se acercan hasta el País Vasco para conocerlo de “primera mano”.
En él apenas tendrán presencia los medios “españoles” y “franceses” hablando de los territorios bajo administración de cada Estado, por la simple razón de que no nos interesan. Porque, además, hay que reconocer que los comentarios e “informaciones” sobre ciertos temas vascos que se publican en muchos medios de comunicación del Reino de España o de la República francesa, tendrían que tener como consecuencia un análisis psicológico profundo de sus autores.