Luis de Guezala
Luis de Guezala

Luis de Guezala es Doctor en Historia y Máster en Archivística por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Es, asimismo, el responsable de la Hemeroteca Uzturre y de la Biblioteca del Archivo del Nacionalismo de Sabino Arana Fundazioa.

 

En este Aberri Eguna que celebramos el domingo 12 de abril de 2020 la situación no será normal. El confinamiento causado por la pandemia del COVID-19 tiene a los vascos de todo el mundo encerrados en sus casas.

Si bien es verdad que esta situación no es comparable con las que vivieron nuestros compatriotas en tiempos de clandestinidad, guerra o exilio, lo cierto es que nos impide una realizar esta conmemoración agrupados y de una forma festiva a la vez que reivindicativa.

Por ello, como contábamos en un artículo anterior, la mayor manera de homenajear en este día especial a la Patria, pasa por llenar calles y redes sociales de ikurriñas. Así lo comentábamos en un artículo anterior.

La Ikurriña, la enseña nacional de los vascos, ha vivido una buena parte de su existencia ilegalizada y perseguida.  Y no estamos hablando de tiempos pretéritos, todavía hace pocos años en partes de nuestro país se golpeaba a sus portadores y se requisaba por parte de la policía. Como, por ejemplo, en San Fermines hace muy pocos años.

Ninguna otra enseña vasca en toda nuestra historia ha alcanzado su valor simbólico, ni ha ganado una mayor aceptación social, como representación del ansía de Libertad para nuestro Pueblo. Con ella se creó el movimiento en defensa de la Causa del Pueblo Vasco. Con ella, y por ella como representación de nuestra patria, lucharon y murieron nuestros gudaris defendiendo suelo vasco. Con ella marcharon al exilio decenas de miles de vascos y ha ondeado en todos los centros vascos a lo largo del mundo. Para verla, muchos vascos en los años negros del franquismo pasaban a la Euzkadi continental donde también es, desde hace mucho, el símbolo que nos representa todos.

La Ikurriña nacida para ser la Bandera de una Bizkaia independiente de la ocupación española a finales del siglo XIX, se ha convertido, por apoyo y aceptación popular en la enseña de todos los vascos.

La Ikurriña será la enseña que un día ondeará en la explanada de la ONU, y en Bruselas, para representar a la república confederal que agrupe, libres, hermanos e iguales, a todos los territorios vascos, con la que muchos soñamos desde hace más de un siglo.

DEIA ha recuperado el artículo, firmado por Luis de Guezala, que publicó el 12 de julio de 2014 con motivo de los 120 años de la ikurriña (cuyo PDF incluimos más abajo). En él nos cuenta la historia de nuestra enseña nacional. Por su interés, y su actualidad, lo recogemos aquí.


Referente de la patria vasca y de la libertad

Luis de Guezala

La Ikurriña ideada por los hermanos Sabino y Luis de Arana y Goiri en 1894 ha trascendido su significado inicial, pasando de ser símbolo de la Patria vasca a ser, también, símbolo de la Libertad
La Ikurriña ondeando por primera vez
La Ikurriña ondeando por primera vez

Fue el sábado 14 de julio de 1894 cuando se izó por primera vez la ikurriña, con motivo de la inauguración de la primera formación nacionalista vasca, el Euskeldun Batzokija, en Bilbao, en el segundo piso del edificio de la calle Correo que hacía esquina con El Arenal, entonces numerado 34. A las seis de la tarde tuvo el honor de izar por primera vez la ikurriña Ciriaco de Iturri y Urlezaga, por ser el socio de más edad, con 50 años, de entre los 94 fundadores del naciente Euskeldun Batzokija.

Esta primera ikurriña correría la suerte de tantas de sus hermanas posteriores y el 12 de septiembre de 1895 sería incautada por las autoridades españolas al clausurar el Euskeldun Batzokija. Vivió poco más de un año. Pero ahora celebramos sus 120 años de existencia. La ikurriña había sido ideada por Sabino de Arana y Goiri y su hermano Luis. En el proceso de construcción nacional que ambos emprendieron, como movimiento político y de defensa de la identidad vasca en peligro, consideraron que era muy importante la adopción de unos símbolos propios. Nombre del País, escudo, bandera e himno. Y el primero de estos símbolos fue, precisamente, la bandera, en principio imaginada solo como bandera de Bizkaia. En el Archivo de Sabino Arana Fundazioa conservamos el boceto original de la ikurriña, dibujado posiblemente por Luis, arquitecto.

Diseño original de la ikurriña realizado por los hermanos Sabino y Luis de Arana y Goiri
Diseño original de la ikurriña realizado por los hermanos Sabino y Luis de Arana y Goiri

Adelantándose a la moderna vexilología, los dos hermanos entendieron que la bandera de Bizkaia debía ser una traslación a ese tipo de emblema del que ya tenía históricamente, su escudo. Así, sobre fondo rojo, que consideraban el original del escudo, y en representación de los habitantes del Señorío, iría un aspa verde, como cruz de San Andrés, verde como el Árbol y en referencia también a una semilegendaria batalla que sostuvieron en el siglo IX, en la festividad de este santo, los vizcainos en defensa de su independencia.

Antiguo escudo de Bizkaia
Antiguo escudo de Bizkaia

Sobre todo ello una cruz blanca ocuparía un lugar más predominante que en el escudo, como expresión de la importancia suprema que Sabino de Arana daba a la trascendencia de la religión católica y los valores que le atribuía. Los lobos del escudo, que el fundador del Partido Nacionalista Vasco consideraba representaban a los Señores de Bizkaia y, desde su republicanismo, consideraba exóticos y perjudiciales para Bizkaia, no tuvieron traslación a la bandera. Como en el diseño original se puede apreciar, los autores de la ikurriña realizaron desde un primer momento una versión para colgadura en balcones, con franjas horizontales con los mismos colores, rojo, verde y blanco. Las dimensiones de la cruz y el aspa de esta primera ikurriña eran más estrechas que en la actual.

Enseña utilizada en el coche oficial del Lehendakari José Antonio de Aguirre y Lekube.
Enseña utilizada en el coche oficial del Lehendakari José Antonio de Aguirre y Lekube.

El cambio vendría con ocasión de otro acontecimiento muy posterior, cuarenta y dos años después, también clave en el proceso de construcción nacional vasca: la Guerra Civil y la constitución del primer Gobierno vasco. El Gobierno vasco presidido por José Antonio de Aguirre, adoptaría el 19 de octubre de 1936 como su bandera oficial la ikurriña, a propuesta de su consejero de Industria, el socialista Santiago Aznar.

 

POR TIERRA Y MAR

La mayor anchura de aspa y cruz tuvieron como motivo que la ikurriña fuera distinguible a mayor distancia, en el contexto terrible de la guerra por tierra y mar. La bandera ideada en un principio para Bizkaia se había popularizado como la bandera de todos los vascos ya mucho antes de alcanzar rango oficial. En contra del criterio de Luis de Arana, que seguía entendiéndola solo para Bizkaia.

Evolución de la Ikurriña desde su idea original de ser la bandera de Bizkaia dentro de la Confederación vasca (conformada por todos los territorios, confederados como hermanos libres e iguales), hasta representar a todo el país. En ese primer esquema de banderas, cada uno de los seis territorios tenía su propia «ikurriña» y había una que representaba a toda la nación.
Evolución de la Ikurriña desde su idea original de ser la bandera de Bizkaia dentro de la Confederación vasca (conformada por todos los territorios, confederados como hermanos libres e iguales), hasta representar a todo el país. En ese primer esquema de banderas, cada uno de los seis territorios tenía su propia «ikurriña» y había una que representaba a toda la nación.

El símbolo superó a sus propios creadores al popularizarse. En 1925 Euskaltzaleen Biltzarra ya la había adoptado para presidir sus actos. Y en 1931, cuando el Ayuntamiento de Durango consultó a Eusko Ikaskuntza qué bandera podía considerarse como nacional vasca o representativa del País Vasco, esta respondió que la exhibición de la ikurriña «no puede suponer en nuestros días idea alguna partidista, sino una expresión de la unidad espiritual de los vascos».

Izada de la Ikurriña en el Bou Gipuzkoa, unidad de la Armada Auxiliar de Euzkadi. Febrero 37 poco antes de la Batalla de Cabo Matxitako
Izada de la Ikurriña en el Bou Gipuzkoa, unidad de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi. Febrero 37 poco antes de la Batalla de Cabo Matxitxako

La utilización en libertad de la ikurriña en Hegoalde duró lo poco que pudo resistirse al avance del ejército sublevado franquista. Tras la victoria militar del nacional-catolicismo español, quedó, como tantas cosas, fulminantemente proscrita. Las ikurriñas no capturadas fueron escondidas como se pudo, para evitar una represión despiadada sobre sus poseedores. En ganbaras o emparedadas. Dentro de colchones o disimuladas entre sábanas u otras ropas. O enterradas, como tesoros cuyo emplazamiento secreto llegó a transmitirse de generación en generación. Muchas de ellas consiguieron sobrevivir a la guerra y a la dictadura y, hoy en día, las conservamos en Sabino Arana Fundazioa gracias a las numerosas donaciones de aquellos que consiguieron preservarlas en tan difíciles situaciones.

Ikurriña del Batallón Arana Goiri, conservada en un convento de Pau.
Ikurriña del Batallón Arana Goiri, conservada en un convento de Pau.

Estas viejas ikurriñas, supervivientes de mil peripecias y desgracias, batallas y persecuciones, tienen el corazón de quienes las dibujaron y cosieron, las izaron y ondearon, defendieron y escondieron. Llevan el alma de los vascos que fueron, somos y seremos. Pero no solo la ikurriña fue proscrita durante la larga dictadura franquista. Lo fue incluso la conjunción de sus colores. Que podían aparecer más o menos tímidamente en muy diferentes situaciones. Por poner un ejemplo, cuando el grupo de danzas vascas Dindirri volvió a bailar tras la guerra, sus dantzaris, vestidos de blanco, llevaban una txapela roja y un gerriko, no verde, sino azul… verdoso.

Gudari nº 43.1967. Boletín clandestino de EGI. Colocación de una ikurriña en la Catedral de Burgos el 12 de octubre.
Gudari nº 43.1967. Boletín clandestino de EGI. Colocación de una ikurriña en la Catedral de Burgos el 12 de octubre

Para evitar multas, sanciones, detenciones, palizas. Quedaba el argumento ante la Policía franquista de que el gerriko era azul. Y la imaginación para ver rojo, verde y blanco cuando los dantzaris actuaban A lo largo de la dictadura la ikurriña acabo siendo un elemento fundamental en su resistencia. Se pintaba en paredes o montes. Aparecía de mil maneras en actos públicos o eventos deportivos. Llovían diminutas ikurriñas de papel lanzadas con volanderas. Se colgaban ikurriñas de tendidos eléctricos para dificultar su retirada. Y también se colocaban de noche en las torres de las iglesias, para alegría popular hasta el momento de su retirada. Incluso la catedral de Burgos amaneció un día adornada por la ikurriña, imagen que luego se difundiría en panfletos y publicaciones clandestinas. Llegó un momento, en aquellos oscuros y tristes años, en el que la ikurriña volvió a trascender sobre su significado inicial. Y pasó de ser símbolo de la Patria vasca a ser, también, símbolo de la Libertad. Ojalá que nunca deje de serlo.

Ikurriña que ondeó en el barco 'Goizeko Izarra' en su viaje desde Bilbao hasta Pauillac el 6 de mayo de 1937, cuando evacuó a mujeres, ancianos y niños para salvarles de la guerra.
Ikurriña que ondeó en el barco ‘Goizeko Izarra’ en su viaje desde Bilbao hasta Pauillac el 6 de mayo de 1937, cuando evacuó a mujeres, ancianos y niños para salvarles de la guerra.

 

Last Updated on Mar 1, 2021 by About Basque Country


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